Warriors All Stars

Warriors All-Stars, la mejor oveja negra

Hay veces que los juegos que nos gustan son difíciles de recomendar. Me pasó con Yooka-Laylee, un título muy nostálgico e importante para mí, pero lleno de bugs y problemas inaceptables para los tiempos que corren. Me pasó con Sonic Forces, una obra que adoro con todo mi corazón por lo que transmite, pero que se queda demasiado corto en varios aspectos como para puntuar siquiera con un notable. Y ahora, me ha vuelto a pasar con Warriors All-Stars.

Como fan de la saga de Omega Force, este es quizá mi Warriorsfavorito de todos los tiempos. Me encantaría poder decir que es un gran juego y que se le recomiendo encarecidamente a cualquiera. Por desgracia, no puedo garantizar que otros vayan a compartir esa misma opinión. Lo malo de analizarlo de forma objetiva es que tienes que ser honesta contigo misma y con los demás.

En un mundo paralelo al nuestro, existe un manantial de agua pura del que brota la energía de la vida. Pero el rey ha fallecido hace poco, y esta se está comenzando a secar. Tamaki, la joven princesa heredera del trono, decide utilizar lo poco que queda del poder del manantial para pedir ayuda a héroes de otros mundos. Y así, después de una accidentada ceremonia, los personajes de las franquicias de Koei Tecmo se encuentran atrapados en un paraje desconocido y con la responsabilidad de hacer lo posible por ayudar si quieren volver a su hogar.

Warriors All-Stars comenzó su desarrollo como una nueva entrega en la subsaga Warriors Orochi (cuya última secuela ha sido anunciada hace nada), hasta que el equipo decidió que quería explorar una nueva dirección. En lugar de ofrecer la ingente cantidad de personajes que contiene WOAll-Stars opta por ofrecer un plantel mucho más reducido (30) y poner el énfasis en la historia y la interacción entre ellos. Es un juego repleto de fanservice por KT, con personajes clásicos como Zhao YunLu Bu o Yukimura Sanada; y otros más dispares como Sophie (Atelier Sophie), Ryu Hayabusha (Ninja Gaiden), William (Nioh) o incluso una versión felina en miniatura de Nobunaga Oda, llamada Nobunyaga Oda (Samurai Cats); entre otros. Hay varias opciones donde escoger, y todas son lo bastante únicas y diferenciadas como para querer probarlas, apostando antes por la calidad antes que por la cantidad; algo poco usual en Omega Force.

La narrativa de All-Stars también difiere de sus predecesores, en el sentido de que no existe una progresión lineal, sino un enfoque más abierto donde escogemos el orden en que queremos hacer las batallas. Según las que completamos (y los personajes que reclutamos por el camino), vamos cumpliendo requisitos que nos abren otras misiones y nos encauzan hacia uno de los posibles finales, de un total de 15. Hay tres historias principales en el juego, cada una con sus personajes exclusivos, y una segunda mitad (en el camino por el final verdadero) donde todas convergen. En lugar de seleccionar cada ruta desde un menú, como viene siendo lo habitual en Musouse anima al jugador a volver a empezar desde el principio(conservando niveles, afinidad entre los héroes, etc.), y explorar diferentes elecciones y posibilidades. Es un concepto interesante, aunque suena mejor sobre el papel que en su ejecución(profundizaré en esto un poco más adelante).

En el terreno de lo jugable, Warriors All-Stars es idéntico a los demás juegos del género: escoges a un personaje, te lanzas al campo de batalla y aniquilas a todo ser viviente que no este marcado por el color azul. Simple, eficaz y divertido. Una cosa que me gusta mucho de Omega Force es que, pese a su tendencia habitual a reciclar mucho para estos juegos (y creedme, con eso me refiero a MUCHO), siempre intentan incorporar pequeñas cositas para otorgar a cada uno su identidad propia. En este caso, viene en forma de los equipos de héroes: nuestro foco se centra en un sólo personaje por batalla, pero en todo momento nos pueden acompañar hasta cuatro más en funciones de apoyo (a diferencia de Warriors Orochi, donde podíamos controlar a tres como una misma unidad), cada uno de ellos contando con una habilidad especial de soporte. La gestión de la moral también cambia, convertida ahora en el sistema de “Bravura” (Bravery): esta sube de forma independiente en cada escaramuza, según completamos misiones secundarias y derrotamos enemigos, y ofrece un componente táctico adicional donde no puedes limitarte a ir al campamento principal enemigo y derrotar al comandante.

Todas estas ideas son bien recibidas, pues traen consigo un soplo de aire fresco a una saga que estaba estancada. También actúan en consonancia con la visión del estudio, queriendo que Warriors All-Stars sea una experiencia diferente a las anteriores. No obstante, es debido también a estas peculiaridades que el juego sufre; sobre todo cuando entramos en la comparativa.

Va siendo hora de hablar del elefante de la habitación y señalar cual es el principal problema de Warriors All-Starsno existe ningún tipo de Modo Libre. De hecho, por no existir, no existe ni siquiera una forma de poder repetir las batallas de la historia que más nos hayan gustado; aparte de cargar un archivo de guardado anterior, o repetir un ciclo. ¿He mencionado que los personajes desbloqueados tampoco se conservan al volver a empezar y que hace falta volver a pasar por el proceso de adquirirlos?

Warriors All-Stars, como juego, no ofrece ningún tipo de facilidad al jugador; sólo inconvenientes. Si quieres jugar con ciertos equipos concretos de personajes necesitas entrar sí o sí en la ruta del final verdadero; y si la superas, tienes que volver a empezar el proceso desde el principio. Para una saga cuya popularidad se basa en el “coger un personaje, matar enemigos y pasar el rato”, el juego parece empeñado en omitir algunas de las cosas que se la atribuyeron. Se podría argumentar que esto comprensible, dado que All-Stars prioriza la historia…excepto que esta no es demasiado profunda, ni intenta serlo. Warriors Orochi 3 no destacaba tanto a sus personajes, pero al menos se apreciaba una trama más trabajada, con batallas más involucradas. Todo se remonta a la cuestión: ¿por qué va a invertir alguien horas y horas en Warriors All-Stars para poder jugar batallas que le gustan, con un equipo que le gusta, si puede conseguirlo mucho más rápido en otros juegos de la misma saga? No estoy diciendo que no se pueda divertir alguien con All-Stars, pero sí que te pide más por lo mismo.

Dicho eso, y a pesar de todo, no me gusta señalar al juego como si lo que hace  estuviese mal; porque en el fondo, no lo está. Warriors All-Stars responde a una visión de su equipo por crear un Musou único, y lo consigue. Tiene éxito en lo que se propone. Pero existieron otros juegos antes, y All-Stars no tiene lo que ellos tenían. Es un juego raro y experimental que no parece ir dirigido ni hacia los fans de la saga, ni hacia nuevos seguidores; una experiencia única, sin duda, pero que se perderá en el mar de juegos Musou como “uno más” del montón.

La realidad duele, pero hay que saber aceptarla. Para aquellos que les dé igual todo esto, seguro que lo disfrutarán muchísimo. Para los fans, o los que quieran una primera toma de contacto con la saga, recomendaría aproximarse a este con cautela; sabiendo a lo que vas. Este es el mejor juego de Warriors que he jugado, pero también la oveja negra de la familia. Puedes amarla por lo que es, pero no esperes que los demás lo hagan.