Vanquish

Vanquish, velocidad y momentum

La industria del videojuego ha cambiado mucho en los últimos años. Con la llegada de la nueva generación y el auge de los juegos independientes, el panorama general del medio ha variado de sobresaturar el mercado con shooters de temática militar a poco a poco abrirse a géneros que no tendrían cabida hace apenas un lustro.

Vanquish, desarrollado por Platinum Games y dirigido por Shinji Mikami, conocido creador de Resident Evil, fue toda una sorpresa para el pequeño círculo de jugadores que disfrutaron de él en su época. Siendo un fracaso comercial, el juego de Platinum desarrolló todo un séquito de seguidores, convirtiéndose rápidamente en una obra de culto, y todos estábamos como locos cuando SEGA anunció su llegada a PC, después de tantos años pidiéndolo.

Pero, ¿realmente Vanquish es un producto que aguanta bien el paso del tiempo? Hoy intentaremos responder a esa pregunta.

La premisa de Vanquish no podría ser más simple, unas fuerzas rusas arremeten contra una colonia espacial en la órbita de la Tierra y realizan un brutal ataque sobre San Francisco gracias a la ayuda de un cañón microondas que literalmente derrite parte de la ciudad. Frente a esto, los EEUU mandan a todo un ejercito a tomar la estación, todo muy patriótico. Fuera de esto, Sam Gideon, ex-jugador de fútbol americano y sujeto de pruebas de DARPA, se une al ejercito para buscar al doctor Francois Candide, jefe de desarrollo de DARPA y que parece estar atrapado en el ataque a la colonia.

Para qué engañarnos, la historia es un chiste. Se toma demasiado en serio cuando no debería, o al menos eso parece a primera vista. El ataque a la colonia no es más que una excusa para ponernos nuestro exotraje y reventar robots al más puro estilo Platinum.

La jugabilidad de este título es, sin ninguna duda, su punto clave. La rapidez que nos ofrece era realmente revolucionaria en su tiempo, pero ahora no sorprende lo más mínimo. Sí, es divertida, rápida y frenética, pero aun así, muchas decisiones de diseño y algún que otro problema jugable — como no poder saltar a voluntad u obstáculos insalvables que no tienen ningún sentido— lastran un poco la sensación de falsa libertad que va de menos a más conforme avanzamos en la aventura.

Para empezar, el ARS (nuestro traje robótico) nos permitirá movernos a velocidades pasmosas deslizándonos por el suelo. Esto será esencial para sobrevivir entre tanta horda de robots asesinos, evitando los devastadores ataques de los jefes finales. Pero cuidado, si abusamos demasiado del ARSeste se recalentará, quitándonos unos valiosos segundos de nuestras habilidades potenciada. Mantener un equilibrio entre dejarnos llevar por la velocidad y jugar sobre seguro usando las coberturas del escenario (al más puro estilo Gears of War) es la verdadera clave del éxito.

Otra de las características del ARS, y probablemente lo que hace especial a este Vanquish, es la capacidad de entrar en una especie de “bullet time” a nuestra elección. Cada vez que realicemos alguna pirueta o disparemos mientras nos deslicemos, activaremos un trance donde el tiempo se ralentizará a nuestro alrededor, dándonos ventaja en el combate y eliminando a la resistencia en apenas un momento. Por supuesto, esto también tiene sus riesgos, ya que la energía usada en este tiempo bala también viene del ARS, con lo cual combinar el movimiento y esta habilidad puede salir excesivamente bien o desastrosamente mal.

Esto, en pocas palabras, es el núcleo jugable de Vanquish. Además de todo el arsenal a nuestra disposición, no hay mucho más que explicar de cómo se juega a este título. Es uno de esos juegos que se deben probar para experimentar realmente de lo que estamos hablando.

En cuanto al apartado gráfico, gracias a la potencia prácticamente ilimitada del PC, el juego experimenta una mejoría general en la calidad de la imagen. Efectos como el “anti aliasing” o “motion blur” se añaden a las opciones que podemos configurar libremente y sin problemas. Además, el título consigue llegar a una tasa de 60 frames por segundo incluso en los ordenadores más modestos, gracias a una optimización cuasiperfecta.

Aún así, sigue siendo un título de la pasada generación y eso se nota en la calidad de los modelados de personaje o algunas texturas un poco desfasadas para verlas a una resolución tan alta.

En definitiva, Vanquish sigue siendo un producto de 2010, cuando los shooters en tercera persona basados en coberturas estaban a la orden del día y el mercado no parecía querer parar con esa temática. En la época, rompió moldes, era un juego raro, original y que la gente no llegaba a entender del todo (fracasó en ventas, como ya he comentado antes). Eso sí, irónicamente, muchas mecánicas que este juego de Shinji Mikami introdujo al videojuego se han usado en títulos modernos.

Si estáis buscando un título que pasaros en apenas 4-5 horas y que sea un buen reto en los niveles más altos de dificultad, Vanquishes algo que debéis de tener en cuenta. Esto también va para aquellos que nunca hayan disfrutado de él en su lanzamiento original de consolas. Es una obra que debéis probar para recordar el largo camino que hemos recorrido como industria. Y lo más importante: el viaje aún no ha terminado.