The Last Door

The Last Door y las consecuencias de sentirse perdido

No soy especialmente diestro en las aventuras gráficas. Soy algo torpón y, si me bloqueo un poco, suelo recurrir a alguna guía para salir del entuerto. No es una cosa que me agrade de mí, y siento que es parte de esa costumbre generacional al consumo rápido, el atrancarme en un juego me impide tiempo de jugar al siguiente. Es una cosa contra la que, por desgracia, cada vez menos juegos me hacen enfrentarme y plantarme en ellos mientras el tiempo corre, sin importarme lo que será de mi para cuando este esté terminado.

Recuerdo los remakes de Monkey Island especialmente, en estos si la situación se te iba de las manos se te incluía una ayuda que te llevaba de la mano al siguiente lugar. Sinceramente, me fastidia mucho sentirme perdido en Monkey Island. Yo a ese juego vengo a reír, no a darme golpetazos contra la pared. En cambio, con The Last Door las cosas son distintas.

Primero de todo decir que The Last Door no es tan enrevesado como las aventuras de Lucas Arts de la época, ¡y ya no hablemos de las de Sierra!, lo cual me ayuda a que no me sea tan fácil desconectar con lo planteado, y a que el intrusivo pensamiento de buscar la solución rápida me posea. ¿Me he llegado a quedar pillado? Claro, por supuesto. Pero no he tardado mucho en salir del entuerto y eso me ha ayudado muchísimo con la sensación de incomodidad. Pero, ¿sinceramente?, sentirse incomodo es un sentimiento tan humano como otro cualquiera, y creo que la intención de la obra es muy importante en este caso. Sentirme perdido en Monkey Island me saca de la aventura de ser Guybrush el pirata zoquete y sentirme solo un zoquete. En cambio, ser Jeremiah Devitt e introducirme en un confuso viaje donde por momentos dudaré de lo que es real y lo que no, si que acompaña a ese sentimiento de incomodidad y perdida. Pero por favor, no nos pasemos.

The Last Door Collector’s Edition cuenta con las dos temporadas del juego. No quiero entrar a hablar de su guión porque una historia con inspiraciones en Lovecraft o Edgar Alan Poe gana desde el misterio y el desconocimiento. Pero si puedo decir que el ambiente es superinmersivo y que desde su minimalista pixel art me han sorprendido con mas de un plano bastante increíble.

Una cosa concreta de esta edición es que no es exactamente igual que la original que salio al mercado. Si, incluye todos los capítulos y tal, pero también incluye algunas mejoras de interfaz y comodidad. He jugado al juego en su versión de Switch, y tanto en modo portátil como en la pantalla grande el juego se ve genial. Por suerte, su estética se adapta a las pantallas mas pequeñas, así que si tenéis curiosidad darle una oportunidad que podéis hacerlo incluso desde dispositivos Android y iOS.

Este juego sale de The Game Kitchen, un estudio Sevillano que actualmente esta en boca de todos gracias a Blasphemous. Nacido a través del Kickstarter y con un cholón de premios a sus espaldas, creo que recomendar una aventura patria sería una buena idea, y me hace especial ilusión poder recomendar un buen juego que encima se ha cocinado en nuestras tierras.

¿Te atreves a acompañar a Devitt en su viaje?