A cualquier persona interesada mínimamente en el mundillo del videojuego le sonará Rockstar Games. Bajo la batuta de los hermanos Houser, Sam y Dan —miembros fundadores y que ahora ocupan distintos altos cargos—, es la responsable de tan conocidas series como Grand Theft Auto, Max Payne o Red Dead. Auténticos pesos pesados de la industria. En octubre de 2011 Dan Houser, el hermano menor y vicepresidente, en una entrevista para la revista Famitsu, afirmaba (según la traducción de 1UP) que “está en nuestro ADN evitar hacer lo que las otras compañías hacen”. Sin embargo, hay algo que comparte Rockstar con un preocupante número de desarrolladoras de videojuegos: empujar a sus trabajadores al límite de lo humano para poder lanzar sus videojuegos a tiempo. Este ha sido, una vez más, el caso con Red Dead Redemption 2.
Esta revelación se ha producido a través de un artículo en Vulture. Sam Houser, hermano mayor y presidente de Rockstar Games, ya en agosto le dijo por correo electrónico a su autor, Harold Goldberg: “Hemos echado todo lo que teníamos [en Red Dead Redemption 2]. De verdad, nos hemos esforzado todo lo que podíamos”. Dan, que ya había comentado en el pasado lo duro que trabajan todos sus estudios, ha sido más claro todavía: “Ha sido una mierda. Éste ha sido el más duro”. Tanto, que habrían tenido que trabajar “100 horas por semana, muchas veces, en 2018”.
Un fenómeno demasiado frecuente en la industria
Por hacernos una idea: el máximo de horas extra actualmente en España son 80 al año. En solo una semana habrían sobrepasado casi ese límite alcanzando las 60, asumiendo un contrato normal de 40 horas. Estos períodos de trabajo tan intenso, conocidos como “crunch“, son el pan de cada día en la industria. Ya en 2010, Dan Houser realizaba al respecto las siguientes declaraciones.
Siempre nos hemos preocupado muchísimo por la gente que trabaja aquí, y siempre hemos intentado mantener un entorno creativo y de ayuda. Sencillamente, no hay manera de que Rockstar pueda seguir produciendo juegos de tan gran escala y calidad sin recurrir a esto.
Este fenómeno afecta tanto a grandes producciones como a títulos independientes, dañando gravemente a muchos trabajadores de multitud de estudios. El caso de Red Dead Redemption es solo uno más de una larga lista. Situación la de los crunch demasiado normalizada en una industria que a veces parece que solo se preocupa por cumplir con la fecha de salida prometida tiempo atrás, sin mirar por el bienestar de quienes están detrás de los títulos que tanto nos gustan.