Super Awesome Hyper Dimensional Mega Team es el singular nombre del equipo que nos trae Rise & Shine, un juego que nos dejará ver todo lo que este estudio español ama al medio en el que se mueve, combinando elementos de shoot ‘em up con plataformas.
Antes de entrar de lleno en la lluvia de balas que asola Mundojuego hay que hablar de la mirada nostálgica que caracteriza a este título. Lo primero que cala al jugar Rise & Shine son todos esos guiños: ese caballero legendario con un traje monocromático, esas señales de tráfico que nos llevan a Ciudad 17, ese soldado con bandana y una caja de cartón… Y es genial, aunque no sea la mejor forma de mantener la atención del jugador, me ha hecho sentirme como un crío en una tienda de juguetes.
En Mundojuego a todo el mundo le llega su momento de salvar el mundo y esta vez le ha tocado a Rise, un niño en medio de una guerra contra los soldados espaciales de NuevaGen. Como obviamente un niño no tiene nada que hacer contra un ejército tan adulto y maduro (la sutileza tampoco es lo mío), Rise se servirá de la ayuda de Shine, una pistola legendaria, y de los guías, los propios jugadores. No es la mejor historia, pero a fin de cuentas es una excusa para que el juego exista, cosa que Rise & Shine sabe y utiliza a su favor para alimentar el humor en el que se apoya.
El papel más importante de esta obra es su jugabilidad; al esquiva y dispara que caracteriza a los shoot ‘em up se le suman las coberturas. Rise & Shine es un juego en el que, al menos de primeras, no podemos jugar a lo loco, y las coberturas, pese a que no sean de uso obligatorio, nos permitirán respirar y replantearnos la situación para poder salir airosos de cualquier batalla.
Los enfrentamientos no se vuelven repetitivos en ningún momento y los distintos niveles se diferencian bien entre ellos, añadiendo tropos, como zombies o un nivel de naves, acordes con la dinámica de la obra; me sorprende decir esto, pero lo que más he echado en falta ha sido el clásico nivel acuático que todos aborrecemos. Para amenizar nuestro viaje también tendremos algún puzle y varios minijuegos que pese a no suponer ningún reto aprovechan bien las mecánicas que Rise & Shine nos ofrece.
Como morimos con escasos golpes se juega en una línea al borde de lo injusto que nunca se cruza. Rise & Shine reta abiertamente nuestra paciencia y es en los jefes finales donde más lo notamos, ataques rápidos pero fácilmente esquivables que nos invitan a arriesgarnos para dar uno o dos golpes más. Son estas peleas lo que más he disfrutado con diferencia pero falta un poco de variedad, aunque los soldados espaciales de NuevaGen no parezcan ser muy partidarios de esto, con una nave gigante tenía suficiente.
El apartado artístico tampoco se queda atrás ya que los escenarios son una gozada dada la plenitud de detalles. Las animaciones, por otro lado, no son nada del otro mundo pero cumplen y no desentonan en ningún momento con el resto de elementos.
En definitiva, Rise & Shine es un juego completo que nos dará un par de horas de diversión pero que se hunde con lo que lo hace grande: las referencias. Lo mismo que nos sacará más de una sonrisa es lo que hace del título algo olvidable a largo plazo. Por suerte no es una obra con muchas pretensiones y su aire desenfadado y su humor es algo que últimamente se agradece mucho.