Nioh 2

Nioh 2, el baile de yokai y samuráis

En ocasiones un juego necesita de una secuela para afianzar las ideas germinadas en su primera entrega y florecer con su propia identidad. Este es el caso de Nioh 2, la segunda parte de esta nueva franquicia de Koei Tecmo desarrollada por Team Ninja (Ninja Gaiden) que nos transporta al Japón feudal durante uno de los tiempos más sangrientos y crueles del país. Esta vez no solo tendremos que evitar que el poder de los yokai (demonios del folclore japonés) caiga en las manos equivocadas, si no que tendremos que participar en y ganar una tremenda guerra civil que determinará el futuro de la nación y su prosperidad.

Repitiendo los pasos de su predecesor, Nioh 2 nos presenta a personajes reales de la historia japonesa y algunas de las respectivas batallas que los convirtieron en leyenda junto a hechos ficticios, como el peligro de un ejército del inframundo o la invasión demoníaca de los yokai en el mundo humano. Esta extraña mezcla funcionaba hasta cierto punto en el primer Nioh pero lamentablemente no funciona en esta segunda entrega. Además de darnos una ventana a los inicios de infames personajes como Oda Nobunaga (que ya cuenta con una fama curiosa dentro del propio Japón) o Hideyoshi Toyotomi, ambos caciques y genocidas que aquí actúan como aliados en un principio, viendo su caída en desgracia con el paso de los años para luego darnos el típico discurso de la ficción nipona de que todos los hechos abominables que una persona pueda cometer son por causas externas o la codicia propiciada por un objeto mágico, en este caso la amrita. Podríamos hablar largo y tendido de cómo un país como Japón usa sus figuras históricas y sus cuestionables actos como una retorcida propaganda nacionalista para crear una falsa narrativa virtuosa sobre los supuestos héroes que poblaban este periodo histórico. Donde todas sus malas acciones y crímenes son achacados a efectos externos y en ocasiones de origen extranjero o sobrenatural.

Tampoco esperéis mucho de la narrativa de Nioh 2 , (ya que llega a ser incluso más vaga y confusa que la del primer título). El punto fuerte de Team Ninja nunca ha sido la manera de contar sus historias y se nota.

Atrás queda el personaje de William, protagonista casi silencioso de Nioh para dejarnos a nosotros, el jugador, crear nuestro propio héroe o heroína para salvar el día.

La creación de personaje es de una profundidad pasmosa. Tenemos a nuestra disposición la personalización de cualquier aspecto del cuerpo de nuestro personaje; ya sea su rostro, cuerpo, cicatrices, estatura, edad… todo lo que podéis imaginar. Realmente Team Ninja ha dado rienda suelta a los artistas de la red que seguro crearán personajes realmente memorables durante los próximos meses.

La razón por la que nuestro personaje sea personalizable está en su mismo origen. Si en el primer Nioh los yokai eran criaturas infernales que debían de ser exterminadas, Nioh 2 nos presenta una mitología más variada, vista desde los ojos de un híbrido entre yokai y humano: nosotros. Durante la aventura lograremos el favor de algunos de estos demonios amistosos e incluso de otros híbridos como nosotros que nos prestarán sus armas pero lo más importante es que nuestra ascendencia se refleja en el gameplay gracias a la transformación yokai, podemos obtener los poderes de los espíritus guardianes fusionándose con ellos y luchando con una temible forma demoníaca que supone una ventaja estratégica sobre nuestros enemigos.

Existen tres de estas formas: bruto, feral y fantasma. Todas ellas tienen sus pros y sus contras, una es más lenta pero más potente, otra más rápida, incluso endeble y la tercera depende de nuestras habilidades mágicas para sacar todo su potencial. Con todas ellas obtenemos también una habilidad nueva; la posibilidad de contrarrestar ataques potentes de los yokai. Una de las quejas más abundantes en el primer Nioh era lo injusto de los combates contra los enemigos sobrenaturales. Mientras que los enfrentamientos hombre cotnra hombre eran una delicia de dominar, los combates contra los yokai se convertían en una fiesta de golpes, suerte y pura estadística para borrar a los enemigos del mapa. Nioh 2 intenta paliar este problema con la posibilidad del contraataque yokai, que funciona correctamente pero no es suficiente frente a unos yokai que se asemejan más a esponjas de daño y que crean un techo de nivel, en lugar de ser enemigos justos que podamos derrotar con las herramientas disponibles.

Aparte del contraataque yokai, nuestros poderes etéreos también nos permiten obtener el alma de los monstruos que derrotamos, concediéndose el uso limitado de sus poderes. Esta mecánica, sacada directamente de los metroidvania de Igarashi (Castlevania Dawn of Sorrow, Bloodstained) crea una profundidad que no había pensado que necesitaba Nioh hasta el momento. Combinar nuestras armas de samurái junto a un potente ataque de origen espectral es una evolución exquisita del ya pulido sistema de combate de la primera entrega que, aunque en un primer lugar cuesta de dominar finalmente se alza como el mejor sistema de combate en un juego de acción hasta la fecha.

Nioh 2

Pero no solo de demonios vive el guerrero. Y es que Team Ninja ha introducido tres nuevas armas al juego para que cortemos y desgarremos a placer. Las hachuelas, la guadaña extensible y las tonfas son las nuevas herramientas guerra que podremos usar. Todas ellas con sus combinaciones y sus ataques especiales en las tres estancias (estilos de combate) de Nioh. Todas las animaciones están cuidadas al detalle y se nota el mimo con el que Team Ninja ha diseñado todas y cada una de las armas.

Una lástima que este cariño al diseño de su combate no case con el diseño de los niveles. Mientras el juego empieza con una nota fuerte en cuanto a la complejidad de sus fases se refiere, poco a poco va diluyéndose en mapas más simples, cargados de enemigos para alargar la duración artificialmente y con menos recovecos que explorar. Además muchos de ellos se repiten hasta la saciedad, contando con menos escenarios exclusivos para misiones secundarias que su primera entrega.

En definitiva, Nioh 2 es una secuela que sin apostar por innovar demasiado dentro de su propio género, añade una serie de mejoras de calidad de vida y mecánicas jugables. Esto lo convierte en una evolución necesaria de la saga, dejando totalmente obsoleto al primer Nioh. A pesar de su continuidad y filosofía se consolida como uno de los mejores juegos de acción del catálogo de PlayStation 4.