Estamos llegando a finales de octubre y, como no podía ser de otra forma, toca hablar de videojuegos de miedo. No lo pensamos solo nosotros, sino también nuestros mecenas de Patreon, ¡que han elegido que las recomendaciones de este mes giren alrededor del terror y los 32 bits! Hoy os hablamos de tres juegos de miedo de la PlayStation, ¿os animáis a probarlos el fin de semana que viene?
Parasite Eve (Franciso Fernández 🌐)
Estoy seguro de que si pensamos en videojuegos de terror se nos vienen a la cabeza un montón de clásicos como Silent Hill o Resident Evil. Pero, si miramos un poco más allá en el fondo de la estantería, enterrado en el baúl de los títulos de la primera PlayStation, nos encontramos Parasite Eve, una obra imprescindible de la antigua Squaresoft (ahora Square Enix).
La historia nos sumergirá en el papel de Aya Brea, una agente de policía de Nueva York que decide ir a la ópera con su pareja en Nochebuena,. Dicha “noche de paz” se ve interrumpida por un fenómeno perturbador: el público comienza a arder ante los ojos de nuestra protagonista, convirtiendo el teatro en un terrorífico escenario lleno de horrorosas criaturas danzando al son de la soprano Melissa, la cual comparte pasado con Aya. En vez de ser un fenómeno espiritual, ajeno a nuestro propio ser, el peligro, en este caso, viene de nuestro interior. Un orgánulo, que nos acompaña desde el comienzo de nuestra especie, está mutando a la gente en esas criaturas y otorga a la agente Brea poderes especiales. Durante el transcurso del juego, deberemos descubrir qué es lo que está pasando y por qué sobrevivió nuestra protagonista a esa trágica noche en la ópera.
El videojuego cuenta con un estilo único en cuanto a gameplay, ya que tendremos una pantalla de combate por turnos que se rellenan con una barra y poderes diferentes que tienen un rango de alcance característico, algo completamente inusual dentro del género survival-horror. A medida que vayamos avanzando, iremos descubriendo los entresijos del rompecabezas que compone la historia mientras nos deleitamos con la hermosa banda sonora compuesta por la magistral Yoko Shimomura, madre de las icónicas melodías de Kingdom Hearts o Final Fantasy XV. El terror está asegurado y ojalá en un futuro veamos más títulos de esta franquicia olvidada por sus creadores, pero con suficiente carisma para que la recordemos hoy día tras más de veinte años de su salida.
Koudelka (Deborah L. Rivas 🌐)
Gales, 1898. Un tenebroso monasterio llamado Nemeton se alza entre la niebla y los verdes paisajes de Gran Bretaña. Una joven, Koudelka Iasant, trepa al tejado del edificio y se cuela en él, apareciendo junto a un herido. A partir de ese momento, el destino de Edward Plunkett, el padre James O’Flaherty y el de la misma Koudelka se entrecruzarán en una trama de magia, brujería y entidades sobrenaturales. Con distintos objetivos y personalidades, los tres personajes deberán unir sus habilidades para descubrir el oscuro pasado del lugar y culminar sus intenciones personales.
Lanzado en el año 2000 en Europa, el título del estudio Sacnoth es un videojuego que combina las bondades del rol táctico por turnos y los elementos de los survival horror tan de moda en la época. A primera vista, esta peligrosa mezcla nos puede parecer un tanto descabellada, pero en la práctica ofreció uno de los títulos más interesantes e innovadores de PlayStation 1. El experimento no solo tuvo seguidores desde su lanzamiento hasta el presente, sino que fue la precuela de la saga de rol Shadow Hearts.
El juego destaca especialmente por la ambientación gótica, un sistema de combate puramente estratégico y una trama que aprovecha los giros de guión y la evolución de los personajes para cerrar la historia con tres finales diferentes. A lo largo del juego también deberemos gestionar nuestras armas, que se romperán con el uso, y saber qué atributos subir a medida que los personajes ganen experiencia. A fin de cuentas, no será fácil abrirnos paso a lo largo del monasterio, puesto que decenas de enemigos diferentes acechan en la oscuridad.
Por si fuera poco, las múltiples conversaciones y diálogos entre los protagonistas aportan riqueza a las 15 horas de duración del título. Con ellas no solo acabaremos por conocer el pasado y presente de los personajes, sino también exploraremos temas universales y apreciaremos el desarrollo de Koudelka, Edward y James mientras desvelan los acontecimientos inquietantes que han llevado al monasterio Nemeton a su estado actual. En definitiva, un videojuego altamente recomendable tanto por las innovaciones que introdujo en el medio como por su cautivadora y lúgubre atmósfera.
Echo Night (Iván Lerner 🌐)
Los juegos de terror en primera persona son el bread and butter del panorama actual. Títulos indies como Amnesia: The Dark Descent, Layers of Fear, Cry of Fear o Nightmare House 2 ayudaron a llevar el formato al estrellato, mientras que grandes nombres como Resident Evil VII o Alien Isolation fueron prueba viviente de que ya había calado en la industria de manera irremediable. Pero la historia de esta vertiente no tiene origen en esta década, sino que hay quien dice que viene dándose desde los 80. Echo Night no lo inició todo, ni mucho menos, pero sí que es una obra muy adelantada a su tiempo que merece la pena recordar.
Con el auge del 3D, los desarrolladores de videojuegos se vieron probando nuevas formas de crear espacios y fomentar interacciones dentro del medio. Uno de los nombres que se atrevió a ello fue From Software, el estudio que actualmente está en boca de todos por la saga Souls y sus derivados. Si bien es verdad que esta casa ha cambiado mucho desde los 90, hay una cosa que se sigue estilando allí: las ganas de probar cosas nuevas, y el amanecer 3D fue una época perfecta para ello.
Creado a partir del motor y algunas bases de diseño de King’s Field (un melón aparte que abriré algún día), Echo Night es una aventura de terror en primera persona, algo muy distinto a sus títulos contemporáneos. Mientras que nombres como Resident Evil o Silent Hill optaban por cámaras fijas o semifijas, From Software quería que sintiésemos el miedo con los pies en polvorosa. Es desde esta perspectiva que tendremos que explorar el Orpheus, un enorme barco de pasajeros desaparecido y lleno de fantasmas en una aventura críptica y bastante única.
Y es que Echo Night no solo decidió diferenciarse de sus compañeros de género usando la primera persona, sino que también se desmarcó evitando añadir cualquier sistema de combate. En vez de tener que derrotar a los espectros peleando, el juego busca que nos comamos la cabeza mientras sentimos la tensión de no poder defendernos de estas criaturas sobrenaturales. Habrá que valerse únicamente de ingenio y exploración para poder progresar por el navío y llegar al final de la historia.
Como ya dije al principio, la generación de los 32 bits fue una de experimentación, y con ello vinieron muchas ideas guays, pero también una gran cantidad de pegas. Echo Night no es perfecto, ni mucho menos, pero eso es parte de su encanto. Es un proyecto algo errático que podría haberse beneficiado de estar más pulido, pero es que esa posibilidad no existía por entonces. Se trata, sin lugar a duda, de una joya que no tiene ni un pelo de atemporal, sino que representa a la perfección lo que fue una época de descubrimiento para muchos (como ya dije en el artículo que le dediqué al título), y por eso merece la pena.