Spiderman

Marvel’s Spider-Man, tu amigo y vecino

Tengo bonitos recuerdos de mi niñez jugando a videojuegos. Todavía recuerdo cuando la mayor fuente de acceso a videojuegos era cambiar con los amigos y compañeros de clase. Sobre esa época llego a mis manos Spider-Man 2, la adaptación de la película de Sam Raimi. ¿Yo? Yo dejé un Devil May Cry 3 y un Tekken 5 que jamás recuperé. Podéis continuar al siguiente párrafo a no ser que seas ese maldito niño que se quedó con mis videojuegos, entonces te reto abiertamente a un duelo a puñetazos para recuperar lo que es mío.

Spider-Man vino pisando fuerte. Aún quedaba para ver al hombre araña en un universo cinematográfico junto a otros grandes héroes, pero el impacto que generó dentro del cine de superhéroes supuso un punto y aparte en su medio. Desde esta época, Sony ya iba de la mano del trepamuros, ya que se encargó ni más ni menos de producir la trilogía arácnida. Sony siempre ha confiado en el amigo y vecino, ya que hasta para su PlayStation 3 utilizaron la tipografía empleada en las pelis de Spidey. Este nuevo acercamiento por parte de Insomniac Games — padres de Ratchet & Clank y Spyro — es consciente de su legado. Es consciente de que los juegos de Spider-Man llevan años siendo juegos de segunda fila y por supuesto es consciente de lo que buscaba el público: un juego que sea como Spider-Man 2 en PlayStation 2, pero más potente.

Normalmente aplaudo el saber desmarcarse y no el pisar sobre seguro; en esta ocasión, y tras tantos años alejados de la fórmula, tal vez un juego con consistencia que construya sobre terreno conocido sea la mejor elección. Además, soy capaz de perdonar el no saber aportar algo que rompa con los esquemas a cambio de una ejecución sólida y consistente con elementos ya existentes. Porque se podrá decir lo que sea sobre Marvel’s Spider-Man, pero el juego en sus primeros dos minutos te dice absolutamente todo lo que necesitas saber sobre él: Peter Parker vistiéndose en su casa a todo correr porque debe salir a la de ya para cumplir su labor como justiciero. Sale por la ventana volando y entonces el control absoluto es tuyo, y a jugar a ritmo de Alive de los Warbly Jets.

Hacia muchísimo tiempo que un juego no conseguía engancharme de este modo. Su historia será interesante, y sus personajes tienen cosas que decir, pero lo más impresionante de Marvel’s Spider-Man es controlar al propio Spider-Man. No soy un jugador que busque completar cada videojuego al 100 %, me conformo con llegar hasta los créditos, pero debo admitir abiertamente de que una de las razones por la que este análisis no ha estado listo antes es porque el cuerpo me pedía dedicar mi tiempo a explorar la ciudad y a terminar cada misión, cada coleccionable o cada tontería que me ofrecía el juego hasta lucir el platino.

Este logro no es especialmente complicado de conseguir, pero independientemente de lo fácil o difícil que sea en Marvel’s Spider-Man, lo que importa es lo divertido que es sacarlo. Y no es que haya que dedicar poco tiempo para él, ya que han sido más de treinta horas. ¿Y sabéis que? No soy el único. Resulta que tiene una media por encima de lo habitual en cuanto a porcentaje de obtención del platino. Los números hablan por sí solos, el público está adorando jugar a ser Spider-Man.

Marvel’s Spider-Man es libertad y movimiento. Lo más interesante de este título es cómo trata su relación para con el desplazamiento por la ciudad. Nuestro vecino favorito puede trepar y balancearse como de costumbre, pero conforme vayamos avanzando iremos desbloqueando habilidades; éstas nos permitirán tratar el movimiento de otros modos, como mayor fuerza al caer o disparar redes hacia adelante para poder controlar mejor el posicionamiento. Cuando lleguemos al final del juego, llegaremos habiendo aprendido qué se siente siendo Spider-Man.El combate es otro tema, sin embargo. El elefante en la habitación, para empezar: sí, bebe de la saga Batman desarrollada por Rocksteady, aunque consigue desmarcarse y sabe hacerlo suyo, más ágil y veloz, pese a que la estructura inicial sea similar. Al fin y al cabo, se trata de un juego de la araña, no del murciélago.

Una cosa por la que se recuerda a Spidey es por sus conjuntitos. El arácnido ha cambiado de diseño cientos de veces en la historia del cómic y este juego busca rendir tributo a ello. Aun así, lo verdaderamente interesante no es eso; la inclusión de diversos trajes es algo clásico en el historial de los títulos del trepamuros. Lo interesante en Marvel’s Spider-Man es que cada traje viene con sus habilidades propias. Así, desbloqueando un traje desbloquearemos también la habilidad asociada a éste, y quedará a nuestra elección decidir qué trajes y qué habilidades emplearemos en todo momento, abriendo así un interesante abanico de personalización y evitando el hastío de utilizar un traje que no te guste por poder hacer uso de tu habilidad favorita. Personalmente, agradezco esta decisión, porque me he pasado la mayoría del juego usando la habilidad de recargar energía que otorga el traje de araña blanca, habiendo usado prácticamente todos los trajes menos ése.

Parece que sólo tenga buenas palabras para el título de Insomniac Games, pero si el juego me ha parecido una pasada se dice y no pasa nada. Aún con ello, sí me veo obligado a quejarme sobre cierto aspecto. De hecho, no podía evitar dejar el mando sobre la mesa un rato y ponerme a hacer otra cosa cuando llegaba a dichos momentos. Estoy hablando de las secciones de infiltración con personajes que no son Spider-Man. ¿Cómo se llama el videojuego? Marvel’s Spider-Man. ¿A quién quiero controlar? A Spider-Man. ¿A quién me obligas a manejar de vez en cuando? A Mary Jane y a Miles Morales. ¡Miles Morales! ¡Ese tío también es Spider-Man! Sí. Pero aquí no, aún no. De momento sólo es un chaval normal (esto no se considera spoiler, ¿no? Que sale una película de Miles Morales a finales de año).

Me gusta el papel que tienen estos personajes. Aprecio que Mary Jane no sea una chica en apuros, y que sepa echarle narices al asunto y meterse en fregados. Y Miles es otro temerario, dispuesto a lo que sea para conseguir lo que busca. Pero siento que, aunque las fases de infiltración de estos dos no están mal diseñadas, no casan con el espíritu del juego. Como decía antes, Marvel’s Spider-Man es sinónimo de libertad, y que existan fases de infiltración que te apartan de esa sensación de fantasía que te ofrece el trepamuros es un tedio. Cuando llegan estas secciones sólo puedo esperar que no se me atraganten y terminen pronto.

En resumidas cuentas, Spider-Man ha vuelto a las consolas de Sony por la puerta grande. La compañía nipona se puede apuntar un tanto, ya que tenemos entre nuestras manos uno de los títulos más interesantes del catálogo de PlayStation 4. No sólo eso, también es un juego consciente de la historia del icónico héroe, y por ello rinde tributo a lo mejor que éste nos ha ofrecido a lo largo de las últimas décadas en cómics, cine y videojuegos.