Los juegos de TecnoSlave

Los juegos de TecnoSlave #5: Especial GOTYs 2017

¡Ya se acaba 2017! Con un año que ha tenido tantos lanzamientos buenísimos, no hemos podido ponernos de acuerdo en la redacción de TecnoSlave sobre cuál ha sido el mejor título. Y, bueno, como en la variedad está el gusto, algunos de nosotros hemos decidido hacer un especial de Los juegos de TecnoSlave para hablaros de lo mejor del año. ¿Os apuntáis a hacer un repaso de lo mejorcito que ha salido en los últimos 365 días? Bueno, seguro que sí, si no no estaríais aquí. Si estos pequeños textos os saben a poco, haciendo click en los títulos podréis leer nuestras críticas completas de los mismos. ¡Os lo traemos todo hecho!

A Hat in Time (Diego Iglesias, invitado de Equilateral)

Candidato a ser uno de los juegos más adorables del año, basta ver sus coloridos mundos y preciosas pantallas de carga, A Hat in Time nos recuerda que hace años había un género que nos enamoró: los plataformas en tres dimensiones. Tras unos cuantos años de desarrollo, Gears for Breakfast recoge las cosas que nos gustaban del género y evita los defectos que lo llevaron a su decadencia -dar prioridad a crear cifras desorbitadas de coleccionables para rellenar niveles, en lugar de centrarse en el diseño de los propios mundos- y así crea un plataformas lleno de diversión.

Puedes palpar perfectamente la influencia individual de los diferentes juegos de Mario, sobre todo Sunshine con algunas pinceladas de 64 y Galaxy, y también ver las diferentes concepciones de linealidad que ha llegado a tener el género en cada uno de sus niveles: desde mundo abierto que explorar a un camino totalmente guiado. Cada mundo ofrece un grado de libertad y una ambientación totalmente distinta, pero, aunque se noten esas influencias que llevaron a su creación, todos logran tener una identidad propia. A Hat in Time es un homenaje a un género casi muerto, uno que hay veces que parece que solo Nintendo mantiene vivo, que tiene claro que existe para que lo disfrutes. Y gran parte de las horas que le dediqué me las pasé con una sonrisa en la cara, así que ha sido un éxito.

Assassin’s Creed Origins (Alberto Rey)

Acercándose al final del periodo helenístico (323-30 a.C), nuestro viaje como Bayek de Siwa, uno de los últimos protectores de Egipto (un Medjai), comenzará hacia un periplo de aventuras y desventuras en pos de la eliminación de la Orden de los Antiguos.

El juego se ve genial gracias a las mejoras aplicadas al motor gráfico AnvilNEXT 2.0 (Assassin’s Creed Unity, Assassin’s Creed Syndicate, Tom Clancy’s Rainbow Six Siege Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands). Con un nuevo modo de combate mucho más adulto que reniega del infantilismo del anterior sistema, Assassin’s Creed Origins llega a tocar la perfección de sistemas de combate, como el usado en Dark Souls. Además, toda la interfaz ha cambiado hacia un nuevo minimalismo, donde veremos la espectacularidad de las 34 regiones de Egipto en aquellos años que han sido fielmente recreados con auténtico mimo.

Assassin’s Creed Origins es el claro ejemplo a seguir por la franquicia centrándose en una experiencia de un solo jugador como antaño lo hizo Assassin’s Creed II en noviembre de 2009, dando un puñetazo en la mesa y sirviendo de guía para nuevas experiencias jugables que se habían perdido en el horizonte por ciertas manías adquiridas, como formar parte de un selecto grupo de juegos anuales o los pocos cambios mostrados entre entregas anuales.

Por esto y mucho más, Assassin’s Creed Origins es un juego que merece ser un claro candidato a juego del año, además de ser mi juego favorito del presente año 2017.

Danganronpa V3: Killing Harmony (Mario Escobar)

No os voy a engañar: mi GOTY de este año es el NieR: Automata. Pero claro, media redacción de TecnoSlave quería hablar de este, así que tengo que conformarme con otro juegazo que ha salido este año: Danganronpa V3. No penséis que es un “segundo plato” ni nada eso, ojito. Danganronpa V3 es una mención totalmente digna aquí.

No quiero extenderme demasiado, que para eso ya tenéis el análisis que hizo Iván en su día, pero creo que Danganronpa V3ha sido una de las mejores novelas visuales que he jugado en años. Distinta a Va-11 HALL-A, pero también altamente recomendable. Un guión loquísimo, con cada caso más extravagante que el anterior y uno de los finales más memorables de toda mi carrera como jugador, por no hablar de lo memorables que son prácticamente todos los personajes del juego.

Es comprensible que, debido a lo “atrevido” del final, haya gente que pienso que Danganronpa V3 ha sido una mierda (con perdón de la expresión). Igual que hay gente que (haciendo una analogía con bastantes diferencias) opina lo mismo del episodio VIII de Star Wars. En este tipo de obras, creo que lo mejor que puede hacer una persona es jugar, ver o leer la obra en cuestión para tener su propia opinión.

¡Ah! Y por supuesto, ni se os ocurra jugarlo sin haber completado las anteriores entregas. Bajo ningún concepto.

NieR: Automata (Willi Romo)

Al final se me va a conocer como el pesado de NieR:Automata. Aunque no es para menos: este juego, al igual que Dark Souls hizo allá por 2012, literalmente ha expandido mi visión del medio. E incluso un poquito del mundo en general.

NieR:Automata es una explosión en todas sus acepciones. La jugabilidad, frenética pero con un gran sentido de la estética y el espectáculo, es una delicia para los sentidos. Los combates casi parecen danzas, se puede percibir belleza dentro de su estado puramente caótico. Su trama te lleva a lugares interesantes, pero el mayor logro del juego reside en su narrativa, unificando todos (o casi todos) los elementos jugables para que se vean elevados y sirvan un propósito mayor. La interfaz, los controles y su disposición, elementos del diseño de personajes como sus visores… Sondetalles que existen dentro del universo del juego, integrados de forma diegética. Esto te predispone a sentir más de cerca cada giro que da la trama (que no son pocos).

Su banda sonora es de otro mundo. En serio, no hace falta decir más sobre ella, id a escucharla ahora mismo. Aun así, lo que más atesoro de NieR:Automata es lo poderoso y positivo de su mensaje; sus temas son muy duros, pero Yoko Taro logra dejarte una sonrisa en la boca cuando lo terminas. Id a jugarlo para entender de qué hablo.

Night in the Woods (Iván Lerner)

No es triple A todo lo que reluce. En un año lleno de grandes nombres que han venido a reinventarse (o no), Night in the Woods es el título que más me ha cautivado. Una de las grandes ventajas del videojuego indie es el poder apostar por temáticas arriesgadas o formatos poco comunes, y la obra de Infinite Fall es un claro ejemplo de ello.

En un medio en el que estamos más que acostumbrados a épicas aventuras en las que tendremos que salvar el mundo, Possum Springs nos pone en la piel de Mae Borowski para acompañarla en un viaje cotidiano e intimista que tocará temas con los que todos estamos familiarizados. Los estudios, la depresión, la crisis económica y la globalización se visten de gala para acompañarnos en una vivencia que busca resonar con el público de nuestra generación para lanzar un mensaje claro: “Entendemos por lo que estáis pasando, es difícil pero no estáis solos y a veces la solución es seguir adelante y vivir día a día“.

Todo esto se ve aderezado con personajes interesantes y divertidos, aventuras cargadas de ironía millenial y uno de los guiones más genuinos y cercanos que he tenido el placer de vivir en mis más de 20 años jugando a videojuegos.

Persona 5 (Enrique Grandes)

No soy muy fan de los combates por turnos, de hecho he llegado a decir que no me gustan. De las novelas visuales decía algo parecido hasta el año pasado. Todo esto para que llegue un título que usa esas dos cosas como pilar y entre de cabeza en mis favoritos. Porque Persona 4 Golden me tocó la patata y, narrativamente, me enamoró. Pero Persona 5, además de eso, ha conseguido divertirme.

Compaginando la vida de estudiante con robar los corazones de gente mala, formaremos parte de los Phantom Thieves, grupo de protagonistas que, por primera vez en la saga, explorará sitios atractivos y bien diseñados; y que se enfrentará a las sombras con un combate por turnos que refina increíblemente bien el de sus predecesores. Un videojuego que, visto casos ocurridos este año como el de Hollywood, no podría haber visto la luz en mejor momento. Aunque el guión cojee en varios aspectos; la gran banda sonora de Shoji Meguro, unos personajes tan bien escritos como interesantes y una de las mejores direcciones artísticas que he visto en un videojuego, han conseguido que Persona 5 me robe el corazón.

Rain World (Jonathan León, invitado de Equilateral)

Es complicado hablar de Rain World como juego del año. Por un lado, queda como raro, inverosímil, elevarlo a la categoría en la que se encuentran algunos de los lanzamientos más importantes de la industria del videojuego que han visto la luz este 2017. Incluso siendo un indie, ni siquiera es de los 3 ó 4 títulos de esta vertiente que más suelen aparecer en este tipo de listas. Y por otro lado, la mayor parte del tiempo me cuesta sintetizar exactamente qué es lo que hace la obra de Videocult para que me guste tanto.

Quizás sea una mezcla entre sorpresa y pena. No me esperaba en absoluto que me cautivara tanto, y eso es un plus potente de cara a la valoración de algo; tener las expectativas bajas hace que el subidón posterior sea rememorado por los siglos de los siglos, te olvidas hasta de las cosas que tienes que perdonarle. Cosas que, al parecer, a gran parte de la crítica no le entusiasmó demasiado y que criticaron con dureza. Aunque ahora se ha generado un pequeño culto alrededor de él que lo pone en un pedestal (en el que me incluyo), el recuerdo general es tibio; de naranja en Steam y de amarillo en Metacritic, colores que indican que sí pero que no, aunque en este mundillo todos sabemos que la cosa tira más hacia el no.

El caso, que hay que sintetizar: Rain World va sobre el conocimiento y la valentía, de confiar en tus propias capacidades para salir de tu zona de confort y maravillarte con el descubrimiento de algo nuevo. Para empezar, decidirte a jugarlo tras ver la clase de acogida que ha tenido ya es un acto que denota todo eso; y para seguir, bueno, lo mejor viene después.

Super Mario Odyssey (Ricardo Teresa)

Han pasado 36 años desde que el fontanero de Nintendo se dejo ver por primera vez en la arcade de Donkey Kong. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y con la llegada de las nuevas tecnologías, la sociedad avanza a pasos de gigante. Mario ha estado ahí, siempre, y con este juego Nintendo nos demuestra que sigue estando en la cresta de la ola.

Nintendo se la recuerda por ser una fabrica de sueños, el Walt Disney de los videojuegos. Pero durante los últimos años, con bastantes decisiones mas que cuestionables, la empresa nipona solo estaba trayendo decepciones. Con todo esto sumado al fallecimiento de Satoru Iwata, la compañía del fontanero no estaba pasando por sus mejores momentos.

Y entonces llegó la Switch. Esta consola es un cambio de mentalidad increíble, apuestas por franquicias nuevas y por juegos de gran calidad. A lo largo del año hemos tenido Zelda Breath of the WildMario & RabbitsARMS o Splatoon 2. Pero Mario es el rey y, en mi opinión y con perdón de Xenoblade 2, es el que merece sentarse en el trono de cerrar este gran primer año de lanzamientos. Por lo que ha significado. Por su grácil control y cuidado del detalle. Por las sorpresas que guarda y la originalidad que porta.

Llevo muchísimos años sin sonreír tanto con un videojuego como lo he hecho con esta odisea. Gracias por tanto, Nintendo. Gracias por tanto, Mario. Gracias por tanto, Iwata.

The Legend of Zelda: Breath of the Wild (Javier Peñalba)

The Legend of Zelda: Breath of the Wild ha sido uno de los candidatos más fuertes a juego del año para muchos usuarios. Si se ha logrado que tanto público como crítica estén de acuerdo en esto, es porque el título ha supuesto una oda al pasado, presente y futuro de Nintendo. El equipo de Hidemaro Fujibayashi y Eiji Aonuma ha luchado contra las propias normas que ataban a la saga, reestructurándola conun mundo abierto espectacular. La fuerza y el potencial que Breath of the Wild aporta a la franquicia cara al futuro, reside en la muestra de como las bases jugables que ya estaban muy arraigadas en sus propias raíces pueden evolucionar sin perder su esencia.

Cuando se piensa en el punto más importante del título, ese factor que provoca tan buenas sensaciones a la hora de probarlo, lo podemos encontrar precisamente en que nos dejan a nosotros los jugadores sencillamente hacer eso: jugar. La libertad se respira por cada uno de los costadosque nos ofrece esta nueva y ruinosa Hyrule.

En definitiva, Breath of the Wild es pasión, alma, respeto hacia sus jugadores y una evolución, una luz que nos trae esperanza y alegría al pensar en las leyendas que puede depararnos esta maravillosa saga.

Wolfenstein II: The New Colossus (Iago Foxo Bouza)

¿Recordáis esa época en la que comprar un shooter era garantía, no solo de dificultad sino también de una trama más allá de la anécdota? BioshockHalf-Life o Condemned: Criminal Origins, por ejemplo. Un buen gameplay que se articula en base a una historia que, más o menos, puede enganchar, pero cuyo valor narrativo es innegable.

Wolfenstein II: The New Colossus tiene una de las virtudes más maravillosas que puede dar una trama, un personaje o un género que lleve muchos años a sus espaldas. Es la magia de lo crepuscular, de un fin de ciclo, de la conciencia de la edad. Y en MachineGames lo saben muy bien. Seguimos matando nazis de formas ridículas y sangrientas, siguen siendo bobos sin mente, no están definidos. Los malos son muy malos, y los buenos están amargados. La profundidad que hay por debajo de la simplicidad mecánica de este juego es digna de estudio. La guerra se ha perdido, la lucha ya hace veinte años que ha acabado. ¿Qué sentido tiene la lucha ahora? ¿Qué sentido tiene luchar por un mundo que no quiere luchar? ¿Qué sentido tiene existir en un mundo que no quiere que existas?

Blazkowicz lleva años matando nazis, pero nada cambia. Ya no es el héroe de siempre. Está cansado, malherido. Vive sin ganas, pero tiene ganas de tener ganas. Un shooter que reflexiona sobre la guerra y sobre la esencia de la humanidad tras una guerra. Si esto no hace que Wolfenstein II sea un GOTY, no sé qué lo hará.

Yakuza 0 (Yeray Castro)

Creo que 2017 ha sido un buen año por los videojuegos de calidad que hemos recibido. Tuvimos un comienzo espectacular con muchos de estos, y ha sido algo que se ha mantenido hasta el final. Estoy satisfecho con lo que he completado, aunque tristemente no haya sido todo lo que me habría gustado. Venga, hablaré un poco de Yakuza 0 (sí, otra vez).

Sin destripar mucho, Yakuza 0 nace como precuela de la franquicia de SEGA, contando los inicios de sus emblemáticos personajes Kazuma Kiryu y Goro Majima. Su historia, llena de acción y drama, sucede en diciembre de 1988, cuando Japón vivía una época de gran bonanza económica, en la que el dinero y el placer estaban en su cúspide.

Yakuza 0 sobresale porque ha sabido trasladar muy bien la importancia del dinero y ese mundo tan vivo al entorno  jugable que presenta. Sus carismáticos personajes y sus muchas —y variadas— historias secundarias hacen que el mundo se sienta muy vivo y real. Por otro lado, la implementación orgánica del dinero mediante un sinfín de actividades en las que gastarlo, tener que invertir en nuestros personajes para mejorar sus habilidades de pelea y los minijuegos de cada uno de ellos centrados en gestión hacen que el juego sea muy disfrutable. Por supuesto, hay que mencionar que el sistema de combate, refinado tras tantas entregas, es muy ágil y fluido, contando cada personaje con tres estilos entre los que alternar.

¡Hasta aquí 2017! Año nuevo, vida nueva, o eso dicen. De momento, 2018 ya tiene unos cuantos títulos que están en nuestras miras, con lo que esperamos poder traeros muchas críticas pronto. Por lo demás, os deseamos un próspero año nuevo y esperamos que no os atragantéis mucho con las uvas. ¡Nos vemos el año que viene!