Los juegos de TecnoSlave

Los juegos de TecnoSlave #22: Juegos de menos de dos horas

¡Vuelven nuestras recomendaciones! Como ya sabéis, hemos cambiado el modus operandi de las mismas, centrándonos en las temáticas que más interesen a nuestros mecenas de Patreon y este mes nos toca hablar de juegos pequeños, de esos que se pueden terminar en menos de dos horicas, una delicia para aquellos más ocupados y con menos tiempo para jugar.

A Short Hike (David Sánchez 🌐)

A Short Hike coge muchas cosas prestadas. De Breath of The Wild toma el sistema de stamina, que casualmente se agota al saltar, escalar o correr y se incrementa gracias a nuestra curiosidad. Roba el look de Animal Crossing de forma casi descarada. Y no el de uno cualquiera, sino el de Wild World, de Nintendo DS, la consola de cualquiera de mis vacaciones cuando era un infante. Ah, y también la pesca. Incluso hay algún guiño a Celeste en ese salto en el aire y en las plumas doradas que aumentan nuestra energía.

Y, sin embargo, consigue hacerlo todo suyo por como funciona la isla de Hawk Peak como lugar. Es complicado transmitir tanta libertad haciendo el uso de la cámara que hace A Short Hike. Poco manipulable y con la montaña que tenemos que escalar como eje fijo. Una acumulación de rocas sobre el mar a la que se escapa huyendo del ajetreo de la ciudad. Caminos que pocas veces se siguen porque no hay píxel que no podamos pisar. Corrientes de viento que aprovechar para planear impulsados por ellas. Pequeñas recompensas para que no quede rincón por husmear. La gracia y el calor que desprenden los habitantes de la isla ya es bastante para que sea un gusto perder el rumbo a cada rato o hacer recados que la mayoría de las veces tildaría de tediosos. Y no solo son simpáticos sin más, sino que los hay con historias que incluso llaman a pararse a reflexionar.

A Short Hike antepone el viaje al destino. Desprende una devoción por el camino vivido que pocas veces he visto plasmado con tanta sinceridad en un videojuego. De hecho, hace hincapié en que no importa no haber llegado, sino lo que se ha avanzado. A veces utilizamos la palabra fracaso muy a la ligera.

Abzû (Deborah L. Rivas 🌐)

Dos horas. Ese es el breve lapso de tiempo en el cual Abzû nos conduce por las aguas de un océano milenario y una historia conmovedora. La obra de Giant Squid, estudio fundado por Matt Nava, director de arte de Flower y Journey, argumenta sobradamente que la corta duración de un juego no entorpece el cuidado de una crítica ni la inserción de un mensaje ético. Tampoco evita que estar al mando sea una experiencia sosegada. Al contrario. Jugar a Abzû es oxigenarse y llamar al reposo, aun cuando la narración hable de una crisis ecológica y un ecosistema que agoniza.

Derivado de las palabras ab (“océano”) y zu (“para conocer”), el juego nos pone en la piel de un submarinista misterioso que no recuerda quién es ni cómo ha llegado al “océano de sabiduría”. Solo ve que ante él un exuberante universo, poblado por magnificas criaturas marinas, se desparrama hasta el lindar. Ahí, en la frontera artificial, se libra una batalla por la perduración de la vida ante una amenaza desconocida. Solo la exploración de los bellos escenarios, desde cavernas hasta arrecifes, nos dará las claves con las que armar la historia de Abzû y, en relación a ella, las lecciones morales de la obra.

Inspeccionar e interactuar son las mecánicas principales, complementadas por pequeños rompecabezas en etapas específicas del título. Pero si tuviese que expresar porqué Abzû encandila emocionalmente en minutos, diría que es por la implementación de ecosistemas pletóricos y orgánicos, con comportamientos emulados de las especies marinas. Allí, en la inmensidad del océano, eres un extraño, pero también uno con la naturaleza. Hasta puede que su salvador. De ahí que sea fundamental comprender que una presencia infiere un impacto. ¿De qué tipo? He ahí el dilema a cavilar, porque Abzû es un chapuzón transformador.

Al mismo tiempo, cabe destacar que aunque Abzû es considerado por algunas personas como una reproducción de Journey, el calado del título le otorga individualidad. Es cierto que entre ellos comparten ingredientes que les relaciona, como la relevancia de los ambientes, una civilización extinta, las mecánicas o la interpretación de la historia por parte del jugador, pero las finalidades a las que aspira uno y el otro no pueden amalgamarse sin más. Ambos juegos hacen respirar al jugador, aunque esa bocanada de aire sea el preámbulo a una introspección marcadamente diferente. En el caso de Abzûel estudio ha situado la atención en la vida y su urgente preservación.

The Beginner’s Guide (Iván Lerner 🌐)

Cuando hablamos de juegos cortos (en este caso de menos de 2 horas), The Beginner’s Guide es un título que no puede faltar. Si bien es verdad que los (mal llamados) simuladores de andar no son para todo el mundo, el título de Davey Wreden se ha ganado una fama inconmensurable gracias a sus propios méritos, convirtiéndose en, para muchos, uno de los videojuegos más adelantados a su época y difíciles de obviar de la historia.

Para quien no sepa de qué va el juego, me voy a limitar a hablar un poquito de su premisa, aunque considero que es mejor entrar a él sabiendo lo menos posible. The Beginner’s Guide pone al jugador dentro de una serie de videojuegos falsos comentados a modo de documental. A través de ellos,el narrador explora la figura de un desconocido desarrollador independiente, la evolución de su estilo a través de sus obras e, incluso, cómo el narrador de la historia empieza a indagar, teorizar y relacionarse con la propia historia de este misterioso gamedev.

The Beginner’s Guide no sólo es guay por su característico formato, sino por los temas narrativos que trata (unos bastante poco visitados dentro de la industria del videojuego). La identidad artística del medio es una que se suele obviar dentro del mismo, siendo sólo observada y discutida casi desde una periferia bastante alejada de las comunidades de jugadores. Es un esfuerzo por buscar nuevas corrientes que explorar a la hora de contar historias en los juegos, lo cual no es ninguna sorpresa viniendo del creador de The Stanley Parable.

Puede que The Beginner’s Guide no sea para todo el mundo, pero sí que es uno de esos títulos que cualquier interesado por el medio, su evolución y su madurez está prácticamente obligado a experimentar. Una obra no solo rompedora y delicada, sino que además tiene una identidad única y marcadora.