Empieza el año y hay que volver al ritmo natural de las cosas. Otra vez más os traemos Los juegos de TecnoSlave, nuestras recomendaciones para todos los públicos. ¡Y tanto! Hoy os traemos tres juegos que no podían ser más diferentes entre sí. ¿No sabéis a qué jugar? ¡Echadle un ojo a nuestras sugerencias!
Gods Will Be Watching (Pablo Martínez García)
Gods Will Be Watching es un juego un tanto especial, que se ha ganado tanto el amor como el odio de aquellos quienes lo han probado. Yo me incluyo entre los primeros y, si aceptáis el concepto, vosotros también.
Si tuviese que resumir de que va en una frase, diría que es un “Simulador de Situaciones Jodidas”. En cada capítulo del juego, nos enfrentaremos a retos complicados y tensos, teniendo que usar nuestro ingenio y capacidad de planificación y decisión para salir vivos de ellas. Además, el juego se ve muy influenciado por el factor suerte, cosa que provocó el disgusto de muchos, ya que muchas veces fallarás por la maldita Ley de Murphy. Sin embargo, y a pesar de que está la opción de eliminar dicho factor, considero una gran idea que añade muchas capas de profundidad al juego. ¿Te vas a frustrar? Claro ¿Es justo fallar a pesar de hacerlo todo bien? Por supuesto que no. Pero en la vida, igual que en Gods Will Be Wathcing, la suerte es clave, demostrándote que por mucho que lo intentes, jamás podrás controlarlo todo.
Es un juego sencillo en sus mecánicas, simple point and click, seleccionando acciones que provocan que pase tiempo dentro del juego. La gracia está en que casi toda la información es contextual, usando los menús sólo para la selección de acción. Por tanto, tendrás que estar atento a los movimientos de los personajes, a las pantallas, o incluso a tu propia capacidad de orientación, lo que permite una mayor inmersión
A nivel artístico, no solo su estilo visual es realmente bueno, sino que su banda sonora acompasa perfectamente la tensión y emociones que cada nivel intenta transmitir: Miedo, heroicidad, tensión, esperanza, todo esto se puede sentir cerrando los ojos y escuchando después de entender a que “situación jodida” nos toca enfrentarnos.
Si bien su historia no es nada espectacular y podría haberse aprovechado mejor, tiene un final que acaba dejando un buen sabor de boca. Los personajes, a excepción del protagonista y quizás su compañeros, no destacan demasiado debido a la brevedad de las escenas en las que aparecen diálogos, siendo éstas muchas veces excusas para lanzarnos otra vez a una muerte casi segura.
Recomiendo el juego por su capacidad de producir sentimientos paradójicos, haciéndote odiar tu suerte pero a la vez sentirte enormemente satisfecho una vez conseguido uno de los capítulos. Y en caso de no ser capaz de tolerar la frustración, como ya se ha dicho, se puede eliminar el factor suerte, convirtiéndolo en un juego rompecabezasclick and point, lo que lo hace mucho más accesible.
Chaos;Child (Alejandro Serrador 🌐)
Tal vez resulte un embuste afirmar que las novelas visuales está alcanzando altas cuotas de popularidad, sobre todo tratándose de lo que a todas luces es un género nicho. Si bien, quizás no ande tan desencaminado, ya que en los últimos años han ido ganando en relevancia, especialmente en Occidente, con la llegada de nuevos e interesantes títulos. Y puede que esa fama sea en parte gracias al buen hacer de estudios que han querido perpetuar el legado de sagas como Ace Attorney, Zero Escape y Danganronpa. Además, otras desarrolladoras, más amparadas en diseñar títulos más convencionales aunque no por ello faltos de ambición, también han aportado su granito de arena.
Hablo por supuesto de Science Adventure, una serie de juegos ambientados en un mismo universo que tienen como nexo común el género de la ciencia ficción. Puestos a irme por los cerros de úbeda, sería lo más parecido al universo cinematográfico de Marvel, pero adaptado a esto de los videojuegos. ¿Os suena de algo Steins;Gate? Pues este Chaos;Child, cuarto en la línea temporal, ocurre en el mismo universo, no así en la misma línea cronológica, pero eso no quita que comparta una serie de elementos característicos que incluso se extrapolan a sus personajes.
Ese es precisamente el fuerte de Chaos;Child, no tanto su historia, la cual abraza el género del suspense en pos de relatarnos una serie de asesinatos cometidos en circunstancias la mar de inhóspitas. Mas también dedica su tiempo ahondar sobre un conjunto de temas que son un fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos. Porque la manipulación de los medios de comunicación, el abuso de las nuevas tecnologías y redes sociales, amén de las mentalidades y su repercusión internacional, son una constante a lo largo de las más de 60 horas que nos llevará completar esta experiencia. Una experiencia que a pesar de redundar en un exceso de fanservice, merece ser disfrutada por su riqueza y valentía.
Prince of Persia: El Alma del Guerrero (Frank 🌐)
Antes de que comenzara la leyenda de Altair, Ezio, Connor y compañía, Ubisoft tenía otra saga fetiche, una que llevaba años dando entregas de sobresaliente y cuya trilogía marcó una época en los videojuegos de aventuras y plataformas. Sí, estoy hablando de Prince of Persia, la ahora gran olvidada de la compañía gala que espera su resurrección cual ave fénix para poder alcanzar las cotas de magnificencia de antaño, pero que debido al éxito de su sucesora espiritual parece que tardará en producirse.
Podría hablar sobre la primera entrega de la trilogía llamada Prince of Persia: Las arenas del tiempo, pero, aunque me gustara mucho por su gran ambientación, estética árabe, banda sonora e historia maravillosa; la entrega que más impresión me causó fue su sucesor, el magnífico Prince of Persia: El alma del guerrero. Este título supuso un cambio radical en casi todos sus aspectos. Desde una banda sonora donde predominada el heavy metal en los combates, su ambientación lúgubre, la arquitectura gótica del castillo, los viajes en el tiempo y los enemigos, mucho más sádicos y peligrosos, ayudaron a reformar la fórmula del príncipe, un personaje agonizante maltratado por sus acciones pasadas. La profecía dictaba que aquel que abriera las Arenas del Tiempo debía morir, pues una bestia inconmensurable llamada Dahaka, el guardián de la línea del tiempo acabaría con todo aquel osado que intentase alterar lo que está escrito.
Aquí radica lo fundamental del argumento y que se compagina con una línea de pensamiento arraigada al mismísimo comienzo de la humanidad: ¿Se puede cambiar el destino, o es algo de lo que no podemos escapar? El Príncipe sucumbe en más de una ocasión ante la agonía y la desesperación de ver que todo lo que hace, por más que lo intente, no lleva a ningún lado; nada ha cambiado, y todo debe ser así. Esto da la sensación de que nuestro personaje no es el artífice de su propio destino, porque éste está escrito y es independiente a él; una fuerza superior incontrolable de la que la mismísima Emperatriz del Tiempo es esclava.
El guion va subiendo de nivel a medida que avancemos y nos esperará más de un giro argumental que nos hará replantearnos lo que estamos haciendo. El Príncipe, la Emperatriz del Tiempo y el Dahaka constituyen el triunvirato clave en esta aventura que se resolverá con la muerte de nuestro protagonista o con la liberación de las cadenas del destino.
¡Hasta aquí llegan nuestras primeras recomendaciones del año! Para las próximas os traeremos algo más temático. ¿Tenéis alguna sugerencia? Nos la podéis dejar en los comentarios o vía Twitter.