Los juegos de TecnoSlave

Los juegos de TecnoSlave #13: Especial títulos anunciados en un E3

Se acabó el E3, pero el evento sigue estando en boca de todos. Hoy nos toca rememorar aquellos anuncios que nos dejaron boquiabiertos y recomendaros tres títulos que debutaron en la feria más importante de los videojuegos a nivel internacional. Vuelven Los juegos de TecnoSlave.

Fuse (Diana Sánchez ?)

Siempre recordaré aquel E3 de 2011 donde Insomniac Games (los desarrolladores de Marvel’s Spider-Man para PlayStation 4) presentó el tráiler de su primer proyecto multiplataforma, publicado por EA. Overstrike (que era como en aquel entonces se conocía a Fuse) prometía las mismas dosis de color, humor y creatividad a la que Insomniac nos tenía tan acostumbrados, en un shooter multijugador cooperativo de estética cartoon. Huelga decir que tuvo muy buena acogida, y que los fans aguardaban ansiosos para saber más detalles.

Entonces al año siguiente todo eso se echó a perder, como una nube de humo. Lo único que quedó atrás: un cascarón vacío del juego que prometieron ofrecer, de apartado artístico soso y una propuesta jugable del montón; un fracaso comercial y de crítica, condenado a ser olvidado como una víctima más de la época… Pero, analizándolo ahora, ¿de verdad era tan, tan malo?

Reconozco que yo no tuve ocasión de jugar a Fuse hasta mucho después de su lanzamiento original, cuando un día tuve la oportunidad de comprarlo en las rebajas de verano de Xbox Live. Siempre me he considerado una fangirl de Insomniac, y aún así nos estaba muy segura de qué esperar, a riesgo de afrontar una decepción. Lo que encontré, no obstante, no era un mal juego en absoluto. Es más, me procuró algunos de los momentos más divertidos que pasé aquellos meses, y un gran juego de acción.

Fuse no es un Gears of War, o un Uncharted; es un imitador, un producto de terceros que busca sacar tajada del pastel. Pero cumple en lo que se propone, y arroja algunas ideas nuevas que aportan frescura al género. También es cierto que las toma prestadas de otros juegos, como Bulletstorm o los propios Ratchet & Clank de Insomniac; pero lo hace bien, por lo general, y sabe utilizarlas de una forma diferente, que es lo que importa. Los personajes, aunque pierden esa chispa especial que tenía Overstrikeson divertidos y aprendes a disfrutar de ellos, y el guión recuerda a aquellas películas de acción de los años ochenta-noventa, estúpidas pero fascinantes.

Aquellos que busquen una experiencia inolvidable, no la encontrarán aquí. Pero si, por el contrario, eres una de esas personas que echa en falta un shooter entretenido, y ya te has jugado a todos los pesos pesados, échale un vistazo. Sobre todo si lo juegas con amigos, merece la pena por el precio bajo que suele tener hoy día.

Devil May Cry 4 (Willi Romo ?)


Soy muy, muy aficionado a cierto género: el hack’n’slash, o character action game, o stylish game… Llamadlo como queráis, juegos donde el foco principal reside en un combate profundo, variado y basado en fliparse. El diseño de nivel y el plataformeo a menudo acompañan en lugar de tomar protagonismo, pues la base del género reside en la capacidad de expresión del jugador a través de sus acciones y la forma en la que las realiza. En este aspecto, concretamente, Devil May Cry 4: Special Edition bien puede ser el rey, o como poco aspirar al trono.

Los videojuegos como medio interactivo pueden equipararse, salvando las distancias, con una conversación. Muchacha 1 puede hablar en un idioma concreto, con unos ritmos propios y unas expresiones definidas por su entorno; por otro lado, Muchacho 2 se expresa en otro idioma completamente distinto, con otro alfabeto incluso, también con su propio ritmo dentro de su idioma y las expresiones de su familia. Por raro que suene, hay juegos que permiten un nivel parecido de “personalización de la transmisión de información”, sólo que habitualmente la información que transmites en los videojuegos son disparos, o espadazos, o puñetazos. Devil May Cry 4 es precisamente eso: pura comunicación.

Su trama no es nada del otro mundo, incluso me atrevería a decir que es un paso atrás en lo que ya alcanzó su predecesor. De hecho, es muy fácil leer entre líneas lo convulso del desarrollo original; la falta de presupuesto y las fechas de entrega lastran muchos títulos más de lo que nosotros podamos percibir. Por suerte, el sistema de combos en combate de Devil May Cry 4 es uno de esos que crean escuela. Las posibilidades que ofrecen las formas en las que se encadenan sus golpes o el uso de los espacios son dignas de estudio, permitiendo prácticamente que dentro del mismo (soso) marco cada jugador extraiga una experiencia distinta; y no me hagáis empezar a hablar de las mecánicas ocultas como los cancel, o las diferencias entre jugar uno u otro de los cinco personajes jugables (aunque uno sea reciclado). Los enemigos y la amenaza que suponen redondean el conjunto, puesto que sin un desafío a la altura todas estas maniobras serían espectáculo sin fundamento.

Y esto es Devil May Cry 4: Special Edition, vaya: un mundo de posibilidades enclaustrado en una canica. Pero qué gozada de canica les ha quedado.

Bloodborne (Iván Lerner ?)

Corría el año 2014 cuando Internet se inundó de especulaciones por un tal Project Beast. Supuestamente, From Software estaría trabajando en un nuevo proyecto en colaboración con Sony, como ya hizo en su día con Demon’s Souls. Fue durante la conferencia de PlayStation en el E3 de ese mismo año que pudimos ver de qué se trataba esta nueva entrega, la cual saldría al mercado en marzo del año siguiente. El título no se hizo esperar, pero eso no significó que los días entre su primer vistazo y su salida pasasen más rápido.

Bloodborne nos lleva a Yharnam, una ciudad devastada por una enfermedad que convierte a humanos en bestias. En medio de todo este caos, los cazadores y las multitudes aprovechan para asesinar a sangre fría a cualquiera que parezca infectado, haciendo de las calles lugares sangrientos y atemorizantes. Eso sí, nada es lo que parece, y la cosa no se quedará en un simple título de hombres lobo. El exclusivo de PlayStation 4 cuenta con una de las identidades mejor desarrolladas y plasmadas de la industria del videojuego, y eso es algo que todos los fans de los action RPG han sabido notar desde su lanzamiento.

Acostumbrados al combate más relajado de la saga Dark SoulsBloodborne nos da la versión más rápida, visceral y arriesgada del sistema que tantos otros han querido copiar o adaptar, algo muy de acorde al tema central del setting del título. Aquí nosotros somos el cazador, y eso es algo que se nota en nuestros movimientos, nuestros atuendos y nuestro arsenal. El mundo es opresivo y amenazante, sí, pero nuestra preparación para este viene de formación profesional.

A día de hoy, Bloodborne sigue siendo uno de esos imprescindibles si tienes una PlayStation 4, y para más de uno ha sido una razón para hacerse con la consola de Sony. Desde luego, un gran alarde de imaginación y una genial visión a la hora de adaptar la fórmula Souls a un contexto completamente distinto.