¡Esta semana nos ha dado por la velocidad! Con estos 3 juegos de carreras, queremos dedicarle un hueco en nuestra web a aquellos amantes del motor. ¡Comienzan Los juegos de TecnoSlave!
Diddy Kong Racing (Diana Sánchez 🌐)
Para los que lleven ya tiempo en el mundillo, recordarán que hubo una época donde todo el mundo quería ser Mario. No, no me refiero a rescatar princesas de tortugas malvadas, sino a éxito comercial. Fue de aquellos tiempos que surgieron personajes cuyo legado todavía aún perdura, como Sonic o Crash Bandicoot. Por supuesto, el afán de querer replicarle no quedó solo en los plataformas; cuando Nintendo abrió un mundo de posibilidades multijugador con Super Mario Kart y Mario Kart 64, todos querían un pedazo del pastel. Hubo muchos clones (y siguen habiendo), algunos de ellos no muy…afortunados. Pero, también hubieron pequeños atisbos de genialidad, que demostraron que el fontanero tenía contendientes a tener en cuenta. Diddy Kong Racing, desarrollado por la entonces Rareware (más conocida en estos momentos por el juego Sea of Thieves), fue uno de ellos.
Como juego de carreras de kart, lo cierto es que DKR no es muy destacable. Es “funcional”, perfecto para jugar un rato y pasárselo bien. Sin embargo, no es esta la razón de que sea tan popular; en realidad, su éxito viene dado por su completo modo aventura. Al igual que Crash Team Racing, de Naughty Dog, Diddy Kong Racing ofrece una extenso modo para un jugador, repleto de coleccionables, desafíos e incluso jefes. ¿Quién puede olvidar aquel triceratops tocanarices que no paraba de aplastarte cada vez que te adelantaba? ¿O aquella carrera cuesta abajo por una montaña nevada, contra una morsa? ¿O las infames monedas plateadas que tanta frustración provocaban conseguir? Eran buenos tiempos, os lo digo yo.
Otro elemento más que hace a DKR especial es la capacidad de utilizar diferentes vehículos, no sólo coche. Dependiendo del circuito, puedes utilizar avión o aerodeslizador, multiplicando las opciones para cada trazado. Por supuesto, hoy en día todo esto suena bastante simple, pero en su momento, fue bastante innovador. Añade la primera aparición oficial de personajes clásicos de Rare, como Banjo o Conker, toneladas de carisma, y una banda sonora entrañable por David Wise (Donkey Kong Country: Tropical Freeze, Snake Pass), y tienes la receta perfecta para marcar huella en miles de niños que, a día de hoy (ya adultos), lo recuerdan como uno de los grandes clásicos de la Nintendo 64. Si tienes una oportunidad, recomendaría echarle un vistazo, aunque sea en la versión de Nintendo DS que salió años después (la de N64 es preferible, pero sigue siendo un juego excelente). Si Nintendo llega a instaurar la Consola Virtual en Switch, espero que algún día volvamos a ver a Diddy. O, quien sabe…¿quizá una secuela por Retro Studios o Monster Games? (guiño, guiño)
Forza Motorsport 4 (Yeray Castro 🌐)
Desde pequeño me han gustado los coches, en todos sus aspectos. Por esa razón, también desde pequeño me han gustado los juegos de coches, los cuales me ponían los mandos de esos objetos que me fascinaban, y por esto mismo he jugado a bastantes y bastante distintos. De entre todos estos, Gran Turismo 4 puede ser, fácilmente, en el que más horas he invertido, además de uno de mis favoritos. La cantidad de coches, la conducción y personalización mecánica me volvían loco. Sin embargo, no he podido tocar otro Gran Turismo y disfrutarlo desde entonces. Y la culpa de es de Forza Motorsport 4.
Este juego es, para mí, una experiencia redonda. Este título ofrece una variedad más que aceptable de vehículos de todos los continentes, épocas y tipos: un clásico americano, un utilitario europeo, un supercoche japonés…; así como una selección bastante sana de circuitos. Podremos optar por varios modos para jugar, dándonos la posibilidad de participar en eventos variados, algunos con restricciones de origen, época, tipo, índice de rendimiento o fabricante. Podremos subir nuestro nivel de afinidad con estos últimos ganando carreras en sus coches, lo cual nos reportará beneficios como descuentos en piezas para los mismos.
Uno de mis apartados favoritos de Forza es la forma en la que maneja la dificultad. En cada carrera podremos modificar varios ajustes: el nivel de la inteligencia artificial, el realismo de la conducción, los daños al vehículo, el tipo de transmisión o de frenos, ver las líneas de la trazada recomendada y más. Estas opciones no solo tendrán efecto sobre el curso de la carrera y nuestras posibilidades de alcanzar el primer puesto, sino que también lo tendrán sobreel número de créditos que consigamos. El juego siempre nos dará el 100 % del premio del puesto en el que terminemos, pero desactivar ayudas y optar por las opciones que nos pondrán más a prueba hará que ganemos un porcentaje de bonus. De este modo, el juego no penaliza la falta de experiencia o los errores, a la vez que gratifica a quienes tengan una habilidad decente al volante o a quienes se arriesguen a salir de su zona de confort.
Accesibilidad, posibilidades, recompensa, variedad… son todas estas cosas las que hacen de Forza Motorsport 4 una experiencia jugable de conducción tan entretenida y satisfactoria, tanto para los más curtidos en el género como para quienes se adentren en el mismo por primera vez.
The Crew (Alberto Rey 🌐)
The Crew surge siendo un título muy bien pensado sobre el papel, pero no tan bien ejecutado en sus inicios a finales de 2014. Parte de la base de ser un juego de carreras arcade que busca acercarse a acariciar a la conducción realista con varias opciones.
La receta del cocinado de The Crew se basa en un mapa completo de los Estados Unidos de América; una pizca de varias opciones sociales —como crear clanes o escuadrones en el juego, con nulo recorrido en el desarrollo de la carrera de tu avatar en el juego—; y por último, una campaña que al principio no engancha al jugador pero que acaba gustando más hasta su recta final. El mapa tiene tal tamaño que las localizaciones acaban con tener un detalle muy bajo. Eso sí, esto ha hecho que los vehículos que usemos sean una gozada tanto visual como artísticamente para el jugador.
Pero el meollo de The Crew son la cantidad ingente de vehiculos de las que dispone de serie. A estas, también hay que sumar los desbloqueados en las expansiones The Crew: Wild Run y The Crew: Call All Units. Además de desbloquearlos, hay que equiparlos con los kits que ganaremos o compraremos durante el transcurso de nuestra aventura. Para ello contamos con un buen apartado de personalización, aunque éste no llega al nivel del mítico Need For Speed Underground 2. También tendremos acceso a las múltiples misiones o eventos que nos ofrecen estas expansiones.
The Crew sigue consiguiendo nuevos juadores, tanto por su escaso precio actual y a las numerosas rebajas de su edición completa, como también por ser el puente a nuevos vehículos en The Crew 2, que estará disponible a finales de junio de este año. No es un mal juego, pero las circunstancias de su planteamiento hicieron que fuera mal ejecutado; en su planteamiento era un juego revolucionario que se quedó a mitad y ahora pretende resurgir con una nueva entrega. Si no eres un jugador con altas cotas de expectativa en este género, es un juego a tener en cuenta. ¡Nos vemos quemando rueda en The Crew!