Si estáis pensando en qué jugar, pero no se os viene nada a la cabeza, ¡no os desesperéis! Otro domingo más, estamos aquí con nuestras recomendaciones bisemanales. Los juegos de TecnoSlave vuelven con tres títulos que, aunque puedan parecer un poco similares a primera vista, ¡no podían ser más diferentes!
Child of Light (Deborah L. Rivas 🌐)
Arrópate, cariño.
Te contaré la historia
De una niña destinada a la gloria
Del reino perdido de Lemuria.
Aurora es su nombre, y la protagonista de Child of Light, título desarrollado por Ubisoft Montreal y publicado el 2014 por Ubisoft. Tras despertar de un largo letargo, la pequeña se encuentra en un reino oscuro y decadente. Sin respuestas a sus muchas preguntas, Aurora se embarca en una aventura para salvar el reino y a su padre, el monarca de Lemuria, de las garras de Umbra, la Reina de la Oscuridad y sus hijas. Durante su camino se encontrará con enemigos temibles, pero no estará sola ya que contará también con Igniculus, su fiel guardián, y un elenco de personajes que le demostrarán que la amistad es el destello que guiará su corazón y su espada.
En este cuento moderno de hadas con reminiscencias a Studio Ghibli, destaca un apartado gráfico de tonos onírico y bellamente entretejidos llevado a cabo mediante el motor UbiArt Framework, el mismo que se encargó de Rayman Origins y su secuela. Mientras los pasos de Aurora descubren el mundo de Lemuria y sus habitantes, parajes repletos de mágica, misiones y secretos se esconden en las tierras que forman el reino hechizado. Aurora viajará y crecerá a medida que recuperemos el Sol, la Luna y las Estrellas que han sido usurpadas por Umbra y sus hijas, y la banda sonora atrapa en cada capítulo de esta narración de luz y oscuridad.
La jugabilidad de Child of Light también despierta nostalgia puesto que se basa en combates por turnos, tan de la vieja escuela, donde la estrategia será clave para avanzar, tanto en la elección del equipo que luche como en el uso de Igniculus para despistar y aturdir a los monstruos y los Oculi, que concederán habilidades y aumentos que se equilibrarán con las subidas de nivel y las decisiones que tomemos al respecto. Así, el género del rol y la plataforma se fusionan en Child of Light y permiten una cierta libertad en la exploración y en la resolución de enfrentamientos y puzles, simples en general y delicados en su conclusión, símil del juego en sí mismo.
Autora pronto descubrirá quién es y cuál es su destino y, aunque al principio su corona y su espada pesen demasiado, hará frente a su sino con valor, fuerza y amor.
Rayman Origins (Diana Sánchez 🌐)
Quizá algunos ya no lo recuerden, pero Rayman tuvo una época oscura hace unos años, con la introducción de ciertos conejos traviesos y ruidosos que prácticamente eclipsaron sus juegos de plataformas. Hasta la salida de Rayman Originsen 2011, fuimos muchos los que dimos por hecho que nunca volveríamos a ver al héroe de extremidades flotantes; al menos no en un videojuego propio. Incluso cuando salió a la luz el primer tráiler de una nueva aventura, había escepticismo: ¿un juego en formato episódico? ¿Un regreso a las dos dimensiones? No ayudó que, durante una larga temporada después del anuncio inicial, no supiéramos nada del desarrollo del juego, alimentando los temores de una más que posible cancelación. Pero entonces salió a la venta, y terminamos comiéndonos nuestras palabras cual pirata robótico digiriendo lums.
Recuerdo haber leído una vez, en una entrevista al creador de la saga, Michel Ancel, que sus juegos no eran comparables con Mario. El fontanero sólo buscaba diversión con su planteamiento, mientras que Rayman quería transmitir una historia con sus entornos. Esta filosofía se aprecia en Rayman Origins, con un mimo y cuidado excepcionales en la dirección artística y en su diseño. Tomando elementos jugables tanto antiguos como modernos, además de hacer gala de un precioso apartado gráfico dibujado a mano (gracias al UbiArt Framework), el resultado fue uno de los mejores plataformas de la década, y un ejemplo magistral de que todavía quedaba sitio en este mundo para experiencias puras en 2D, en mitad de un mar de gráficos de alta definición y modelados e iluminación realistas.
Juegos como Rayman Origins (o el más reciente Sonic Mania, para otro héroe incomprendido) son muy importantes para mí, porque demuestran que lo que funcionaba en el pasado, funcionaba por un motivo, y queremos traerlo de vuelta. Es cierto que los tiempos cambian, así que quizá eso ya no sea posible a estas alturas. Quien sabe si volveremos a tener otro juego de Rayman, con Ancel y compañía centrándose en otros proyectos (WiLD, Beyond Good & Evil 2). Pero al menos siempre nos quedará el consuelo, y la satisfacción, de que el héroe no fue olvidado por completo, y de que nos dejó un broche de oro antes de despedirse, para quedar siempre grabado en nuestros corazones. Va por ti, Rayman.
Downwell (Iván Lerner 🌐)
Si tenéis un trabajo como el mío, seguro que tenéis que viajar mucho todos los días. Muchos “disfrutáis” de jornadas con un par de largos viajes, mientras que otros os tenéis que desplazar varias veces a lo largo de un día. En estos momentos de pausa, siempre se agradece la compañía —no siempre de personas, sino también de elementos de evasión o entretenimiento, como pueden ser los videojuegos—. Cuando hablamos de entretenimiento digital, no siempre apetece meterse en grandes tramas con decentas de horas de juego por delante. A la hora de trasladarme a diario, muchas veces quiero apagar el cerebro y pasar un buen rato, y las experiencias más arcade son ideales para ello. Entre estas, Downwell es una de las mejores.
La premisa de este título es sencillo: tirarte por un pozo. Es a través de este gracias al cual accederemos a un infierno de niveles verticales, gran cantidad de enemigos, power ups, armas y el más absoluto caos. En Downwell la gravedad es tanto nuestra aliada como nuestra enemiga y lo único que separa a esta inevitable fuerza de cualquiera de los dos bandos es nuestra habilidad como jugador, el cómo aprovechemos nuestra caída para poder aterrizar sobre adversarios. Además de esto, en cada uno de los escenarios encontraremos cuevas que nos darán nuevas armas con las que defendernos, las cuales deberemos utilizar para frenar nuestro descenso y acabar con aquellos monstruos sobre los que no podamos aterrizar, además de destruir los obstáculos que se nos presenten. Si a todo esto le sumamos que al final de cada mapa se nos hará escoger entre 3 modificaciones al azar y que ninguna partida es igual gracias a la procedimentalidad del título, estamos ante una obra que nunca nos presentará dos experiencias iguales.
Con Downwell tenemos aseguradas horas y horas de diversión. El título no nos exige dedicarle mucho tiempo al día, sino ser constantes con nuestros intentos en los intervalos que nos vengan bien. Es agradable de coger, difícil de dominar pero, ante todo, es un título que viene para rellenar esos huecos muertos en los que necesitamos un videojuego que no nos exija demasiado.