Recuerdo que conocí la existencia de este título, casi de pura casualidad, en verano del año pasado. De hecho, escribí una noticia sobre él. Debido a su estética oscura, que recuerda a películas de animación al estilo de Tim Burton entre otros —retorcido, oscuro y decadente—, apuntado quedó para que decidiese darle una oportunidad en el momento de su salida… y aquí ha llegado el análisis de Little Nightmares.
Lo primero que vemos es una misteriosa figura, nos vamos acercando a ella… y una pequeña niña despierta de golpe de lo que parecía ser una especie de sueño. Parece que está perdida en un lugar enorme en comparación de su diminuto tamaño, húmedo, aparentemente frío. Lo que más puede caracterizar a la pequeña es un llamativo chubasquero amarillo que cubre su rostro y solo deja ver unas delgadas piernas. Esta niña se llama Six.
Tras este breve pero misterioso comienzo, las pesadillas de Six empiezan en un barco en mitad del mar, lugar que estará lleno de obstáculos y seres aterradores para esta débil niña. Aquí el ingenio y la rapidez serán tus armas para poder sobrevivir.
En este título no hay diálogo alguno. Tampoco cuenta de manera clara las situación en la que está la niña, cómo ha llegado hasta allí o a dónde quiere llegar. El título se limita simplemente a la supervivencia y descubrir el retorcido mundo en el que se encuentra. Hay escenas que llegarán a impactarnos bastante en este temible barco, pero eso es mejor que lo veáis por vosotros mismos.
Six explorará entornos de manera lateral. Sin embargo Little Nightmares es tridimensional, por lo que tendremos profundidad en los escenarios. Observar el entorno para usarlo a nuestro favor para avanzar, sea a la siguiente habitación o escapar de algunos enemigos, será un punto clave en esta aventura. El juego nos hará pensar con los puzles que se nos presente delante —cabe decir que ninguno es especialmente complicado—, mezclado hábilmente con las plataformas, bien sea escalando una estantería como saltando de una mesa a otra.
¿Y en Little Nightmares hay enemigos? ¿Qué puede hacer una niña pequeña contra ellos? Obviamente, no puede hacer nada ya que no tiene arma alguna en su poder —y de tenerla no podría con ella debido a su ridículo tamaño en comparación con el resto de objetos. Aquí entra la infiltración en el juego. Buscando cualquier pequeño hueco para ocultarnos o usando distracciones evitaremos ser vistos por el enemigo de turno, que no dudará ni un segundo en capturarnos. No hay una gran variedad de antagonistas pero todos son originales, grotescos e incluso puede que alguno llegue a sorprender.
En ciertos momentos de la aventura —o más bien desventura— de Six, tendremos persecuciones de lo más divertidas, a la par que crearán tensión ya que prácticamente casi cualquier obstáculo puede ser fatal para nuestra huida. Tendremos que ser rápidos, o perecer —y volver a intentarlo de nuevo hasta conseguir escapar. Eso sí, no quiere decir que pasemos miedo o tensión constantemente. Dicho de otro modo, estas sensaciones están repartidas de manera muy acertada y en su dosis justas, pero tranquilos que algún susto os llevareis.
Un punto a favor del título que tenemos entre manos es que no llega a cansar en ningún momento. Aunque las mecánicas se repitan una y otra vez, se emplean de tal manera que las situaciones no te hacen sentir que pequen de repetitivas, con puzles o maneras de avanzar que, debo decir, pueden llegar a ser realmente originales. Posiblemente títulos como Limbo o Inside hayan venido a vuestra mente, y no es de extrañar ya que se nota claramente la inspiración en ellos, pero no penséis que es un “copy and paste” sin más, ya que es un juego con gran personalidad.
Otro punto positivo a mencionar es el primero que se puede apreciar: la estética. Más de una vez me he sentido como si estuviese en una película de animación del anteriormente mencionado Tim Burton o, por poner un ejemplo más conciso, “Los mundos de Coraline“. Gráficamente cumple de maravilla, pero lo que lo hace brillar son los excelentes diseños de los personajes. Sea la protagonista como todo ser vivo que nos encontremos, pasando, por supuesto, con escenarios con una ambientación muy cuidada, que casi te hacen sentir el frío y la sensación de humedad que debe padecer Six a pesar del chubasquero que lleva consigo. Eso sin mencionar el misterio, tensión, miedo o incluso asco que puede hacerte sentir Little Nightmares en los entornos o situaciones que se nos presentan, por lo que en este apartado solo puedo aplaudir a Tasier Studios por el magnifico trabajo realizado.
En cuanto a lo sonoro, quizás no destace demasiado por sí solo, pero se complementa a la perfección con el videojuego. Desde las melodías que acompañan a la joven del chubasquero amarillo, hasta los ruidos de objetos que se rompen o crujen y los sonidos que emiten los seres que se escuchan fuera de lo que alcanza tu vista. Sí, si visualmente no teníais suficiente para impedir que os relajéis, este apartado hará el resto.
Pero no estamos ante el juego totalmente perfecto, y en duración Little Nightmares flaquea ya que es demasiado corto. Prácticamente en 4 horas está acabado, ya que cuenta tan solo con 5 capítulos. Esto, sumado a que no tiene una dificultad precisamente alta, te deja con ganas de más. Eso sí, hay coleccionables que posiblemente uséis de excusa para disfrutar de las pesadilla de Six una vez más.
En resumidas cuentas, Little Nightmares es un indie que puede parecer pequeño. al igual que su protagonista, pero esconde muchos apartados excelentes: desde diseños de personajes o la ambientación que juegan entre sí con la perfección hasta mecánicas que, a pesar de ser repetitivas, son divertidas y no llegan a cansar. Estamos ante una historia contada sin palabras, susurrada por los intranquilizadores escenarios junto con las acciones de seres que habitan en el barco, un lugar lleno de misterio donde descubrimos cómo y qué tiene que hacer una inocente niña para sobrevivir en un mundo cruel, oscuro, retorcido y letal con un final realmente sorprendente.