A sabiendas de que su lanzamiento en territorio europeo es tardía, el reciente título de la compañía nipona Nippon Ichi Software, Liar Princess and the Blind Prince, no entiende de esos factores externos, como son el lugar o el tiempo. Por el contrario, es experto en emociones, porque su naturaleza misma es la de aquellas narraciones con las que la raza humana lleva siglos creciendo y aprendiendo: los cuentos. Entre sus páginas digitales el título rememora a los occidentales Andersen, Grimm, Perrault y compañía, y a las evocadores películas orientales de Studio Ghibli. Pero, si algo tiene de especial el juego (y tiene mucho), además de la simbiosis de dos reinos y filosofías desemejantes, es que no olvida el siglo en el que está y el público al que se dirige, que es nada más y nada menos uno que ha crecido con esos referentes pero habita en el presente.
Por consiguiente, Liar Princess and the Blind Prince es un hermoso cuento para adultos. Una narración que comienza con unos encuentros a la luz de la luna entre un monstruo y un príncipe, pero que pronto desemboca en tragedia. Después de los acontecimientos preliminares, partimos hacia la aventura de un Príncipe y una Princesa, que en realidad es el monstruo, en busca de la Bruja del bosque, la única capaz de curar los ojos malheridos del soberano. De esta forma, los personajes y elementos inherentes a las noches de nuestra infancia se han emplazado en el título y han adquirido forma en ilustraciones hechas a mano, con un estilo de dibujo que continúa reforzando la idea de un viejo libro. Una voz, ajena a los sucesos, narra las peripecias de dos protagonistas que provienen de mundos opuestos y, también, enfrentados.
Aunque a simple vista pueda parecernos que el argumento reforzará una repetición de patrones y arquetipos, la narración luchará contra ese designio a sabiendas de que el jugador ha experimentado el mundo real. Uno donde casi todo no es solo blanco o negro. En consecuencia, Liar Princess and the Blind Prince trata sobre lo íntimo de dos seres que crecen unidos y se transforman, incluso físicamente, mientras las jornadas dentro del bosque oscuro y peligroso del reino les proporcionan escenarios para el diálogo y el acercamiento. Las anécdotas entre la pareja forman parte del aprendizaje y el vínculo les tiende herramientas para superar, una a una, los ambientes y los puzles del intrincado viaje.
Como resultado del vínculo entre los dos, y a medida que el título avance, las habilidades de la Princesa hallarán en las del Príncipe un apoyo indiscutible en las aproximadamente 10 horas de juego. Si al comienzo el soberano solo podía dejarse guiar si lo llevábamos de la mano, lentamente aportará su granito de arena en los rompecabezas. Es decir, a medida que la relación entre ambos personajes se afiance, la confianza les llevará a unir esfuerzos en el objetivo común, que es nada más y nada menos que curar al Príncipe. Aún así, nuestra será la tarea de combatir a los enemigos, tomar de la mano al Príncipe para hacer un salto juntos o guiarle a viva voz cuando sea posible. Aprender a cooperar y acompañar es, a mi parecer, la mecánica principal del juego a la hora de experimentar el mensaje de Liar Princess and the Blind Prince.
Esto, obviamente, no quiere decir que las plataformas y la resolución de puzles, que requieren habilidad, ritmo y tesón, se queden atrás. Pero sí que son progresivos y amigables, casi sencillos en la mayor parte del juego, e invitan constantemente a hacernos con todos los coleccionables estrechamente ligados a la historia. Podría decirse que para avanzar no se necesita una pericia extrema. Es más, no existe un selector de dificultad y hasta hay disponible una opción para saltar la fase si llevamos un mínimo de minutos intentándolo sin éxito, lo cual solo deja la vía libre a relajarnos y tener un ánimo deseable en la tendencia de los niveles, que es el ensayo y error y la constancia. A su vez, y como compañía, la banda sonora del título dedica piezas dulces y armónicas con el planteamiento del título y el área del bosque en la que estemos.
Es en ellos donde podemos apreciar algunos desaciertos mínimos. Para empezar, el calibrado de los personajes con respecto a su cuerpo es algo inestable. Todo el título se sustenta en escenarios y personajes en 2D diseñados a mano, exquisitamente detallados, que surgen en ellos, pero a menudo encontraremos que el juego no reacciona a su volumen, dando lugar a situaciones disparatadas, sobre todo en saltos y recogida de coleccionables. Otro de los descuidos menores es la poca variedad de los rompecabezas y enemigos, que tiene su explicación en la instrucción de los personajes y el nivel de dificultad general de Liar Princess and the Blind Prince.
En lo que respecta a otros detalles, el título solo tiene como idioma de narración el japonés, mientras que los subtítulos están en un inglés. A pesar de ello, no se requieren grandes conocimientos del idioma, ya que la narración usa un vocabulario elemental y no es larga. Igualmente, es relajante y familiar escuchar una voz leyendo e interpretando la historia y los diálogos, algo que es antiguo y primario a nuestra especie. A saber, el cuidado en la estética, la música, la trama y los pequeños detalles de Liar Princess and the Blind Prince firman un título de NIS que sabe extraer la bondad de los corazones.
Así, toda fábula tiene su mensaje, y Liar Princess and the Blind Prince no iba a ser menos. Amistad, amor, respeto, perdón, aceptación, confianza, responsabilidad, superación… Cada cual hallará en el título una lección, aquella que resuene a medida que la historia concluya. Pero sobre todo el título es un edén, un paréntesis en la adultez, puesto que abre la puerta a que retornemos por unas horas a nuestra infancia y recuperemos la imaginación con la que crecimos. Que el amor todo lo puede ya sabemos que no es cierto siempre, porque nuestras experiencias así nos lo han demostrado, pero que su presencia nos transforma es incuestionable.