Fue en el ya lejano año 2014 cuando se estrenó la webserie de Kofi. Se trataba de una pequeña serie de animación humorística de capítulos cortos que se desarrollaba dentro de un multijugador masivo online. Kofi, personaje que da nombre a la serie y protagonista de esta, es un mercenario que no quiere hacer misiones para subir de nivel porque es demasiado vago y al final se queda todo el día en casa jugando a la consola. El punto de la serie es que nos pone frente a situaciones típicas de los videojuegos que hemos vivido mil veces, como destruir un arbusto y que aparezca dinero o que un personaje repita el mismo diálogo una y otra vez, y las descontextualiza para hacer humor mostrándonos cómo de absurdo es todo en realidad.
Kofi Quest: Alpha MOD es el videojuego que actúa como secuela y punto final a la serie. Tanto la webserie como el videojuego basan su humor en la autoconsciencia. Los personajes saben que son personajes y son conscientes de que su mundo es virtual. La obra utiliza esto no solo para generar situaciones cómicas, sino que también es el eje sobre el que se articula la trama de la misma. Todo comienza con Kofi encontrándose a Chai, aprendiz de uno de los monjes que salvaguardan el juego. La misión de Kofi será encontrar el objeto que Chai ha perdido, una pócima que hace que quien la beba se pueda convertir en un bug capaz de alterar los parámetros del juego. Su guion, sin ser especialmente brillante cuando intenta ponerse serio, sí que se muestra en buenísima forma a la hora de hacer comedia. No son ni una ni dos las veces que he acabado riendo frente al ordenador tras uno de sus gags. En ese aspecto, la obra ofrece un rendimiento más que notable y es probablemente su mayor baza.
Las cosas cambian cuando hablamos de la jugabilidad. Lo normal sería pensar que el título va a ser lo más parecido a esas obras cuyos tropos se ha dedicado a exponer la serie, pero nada más lejos de la realidad. A nivel jugable, Kofi Quest: Alpha MOD es realmente un videojuego atípico. Esto no tiene por que ser algo malo, pero acaba siendo un conglomerado de ideas que no llegan a casar en ningún momento y que incluso llegan a ser molestas. En su página de Steam la obra se define a sí misma como una mezcla entre The Legend of Zelda y Warcraft 3. Creo que no es muy difícil ver el problema.
El título tiene mecánicas realmente interesantes, como el sistema de reclutamiento de unidades, que se hace a cambio de puntos de experiencia en lugar de recursos; las habilidades especiales de algunas unidades como los ingenieros; o los topos que no son solamente útiles en el combate, sino que también nos servirán para superar algunos obstáculos del escenario. Por no mencionar a Chai, personaje que puede moverse entre bambalinas y utilizar habilidades de hackeo que permiten, entre otras cosas, usar la propia interfaz del juego para atacar a las unidades enemigas o activar el menú de pausa para todos menos para él mismo.
Sin embargo, estas buenas ideas no acaban de materializarse porque, aunque sean puntos a favor, la base no llega a sustentarse en ningún momento. Kofi Quest: Alpha MOD se juega como un título de estrategia clásico, pero ni su mapeado ni su interfaz parecen estar pensadas para el género. El mundo se divide en pequeñas pantallas rectangulares, como si del primer The Legend of Zelda se tratara, lo cual hace que los combates sean en entornos con un espacio muy reducido y, paradójicamente, tiene como resultado que no haya un espacio para la estrategia. Al final, la batalla se va a acabar resolviendo en base a si tienes las suficientes unidades en tu ejercito como para matar a los monstruos enemigos. El número de unidades que hay en pantalla también acaba siendo un problema, en muchas ocasiones hay demasiados bichos a la vez y el juego no tiene un botón para congelar la acción y poder dar instrucciones a nuestras unidades con el mínimo de precisión que es aceptable en el género. Incluso el apartado artístico llega a ser un tropiezo al combinarlo con el diseño en 3 dimensiones. Al ser los personajes dibujos planos en 2 dimensiones en un entorno en 3D, es muy fácil acabar haciendo un missclick fatal que nos acabe haciendo perder la partida sin que realmente podamos llegar a hacer nada.
Pero todos estos errores jugables, pese a ser en cierto modo exasperantes, se pueden pasar por alto si a lo que hemos venido es a vivir una aventura en el mundo de Kofi. Lo que es mucho más difícil ignorar es la cantidad de bugs que tiene el juego. La mayoría de veces lo que va a ocurrir al toparse con uno de ellos es que toca repetir una y otra vez lo algo en principio simple, solamente porque un personaje no ejecuta una animación como debe y se acabe teletransportando a un acantilado y muriendo. Otras veces puede darse que una cinemática de 2 minutos se convierta en una de 10 porque un personaje se quede atascado con un objeto mientras se mueve. Pero, sin ninguna duda, lo peor que puede llegar a pasar jugando a Kofi Quest: Alpha MOD es que haya un bug que directamente no permita avanzar en la partida. Y sucede más veces de las que crees.
Al final de todo Kofi Quest: Alpha MOD acaba siendo una montaña rusa. En un momento está en lo más bajo porque lleva media hora de combates aburridos y redundantes, y, de repente, aparece un personaje chistoso o una línea de diálogo graciosa para recordar el encanto de Alpha MOD. Es una pena no poder recomendar esta obra a todo el mundo porque realmente tiene ideas rompedoras como el combate contra el jefe final que, como planteamiento, es una genialidad, pero como todo acaba con una no muy buena ejecución. Mi recomendación es que veáis la webserie de Kofi y, si os gusta, le deis una oportunidad a este título. Es cierto que encontrareis esa jugabilidad tan mal ejecutada, pero también ese guion tan gracioso que en 2014 me hizo esperar con ansia el siguiente episodio de la serie. Es irónico que un juego en el que tus enemigos son personajes que quieren romperlo esté lleno de bugs. El mayor enemigo de Kofi es ese, tanto dentro de la ficción como fuera de ella.