Flat Heroes y la reivindicación del videojuego

En la web de Paralell Circres, creadores de Flat Heroes, si vas al kit de prensa del título, te encuentras una pequeña descripción de tres líneas que dice que Flat Heroes es una obra basada en la sensación de juego y que se ha centrado mucho en pulir cada detalle de la experiencia. Justo debajo hay otro apartado titulado “historia”. Esto llama especialmente la atención cuando sabemos que se trata de un título de plataformas en el quecontrolamos a un cuadrado que tiene que evitar obstáculos.

Pero entonces ves de un vistazo que el apartado se resume en una sola línea que expone: “Stuff happened, then Flat Heroes happened” que, para quien no sepa inglés podría traducirse como “Pasaron cosas, entonces ocurrió Flat Heroes”. El subtitulo del título es “A minimalistic epic adventure” y el propio nombre de la obra contiene la palabra Heroes. Esa decisión de meter palabras que dan a entender que detrás hay una historia o algo épico va más allá de ser una serie de chistes malos ironizando sobre la ausencia de una narración en una obra donde, oh sorpresa, no la hay. Más bien todo esto responde a una intención de sus autores de hacer una reivindicación.  Reivindicación del gameplay, de la forma más pura y clásica del videojuego, de la diversión por la diversión en un género que, por lo general, mete una historia sin que sea necesario.

Es cierto que hace poco hemos tenido el caso de Celeste, que aúna un gameplay pulido al nivel de Super Meat Boy pero con una narrativa tan potente que lleva a comerle terreno a la jugabilidad, pero es una excepción, y no la norma. Por lo general, los plataformas están centrados en la jugabilidad pero suelen tener una historia para darle contexto. Por eso Mario tiene rescatar a Peach de Bowser, para justificar que tenga que saltar sobre setas andantes y que se de cabezazos con bloques flotantes. Pero dudo mucho que nadie juegue a Mario para descubrir su historia. Teniendo todo eso en cuenta, Flat Heroes elimina todo lo que no contribuya de forma activa a la diversión inherente al plataformas: la historia.

Pero, ¿cómo se traslada todo lo que he dicho a la jugabilidad en sí? Flat Heroes se basa en superar niveles. Cada nivel se desarrolla en un espacio cuadrado en el que aparecerán todo tipo de obstáculos que tendremos que evitar y, cuando nos hayamos librado de todos, habremos superado el nivel. Dicho así parece un planteamiento la mar de sencillo, pero no subestiméis la complejidad del título, ya que tiene guardadas unas cuantas mecánicas que se irán revelando poco a poco.

La estructura de la obra está compuesta por 10 mundos, cada uno con 15 niveles. El comienzo de cada mundo será placido ya que se basará en enseñarnos las nuevas mecánicas que serán introducidas durante los primeros tres o cuatro niveles en un espacio seguro. Es entonces, tras superar estos niveles iniciales, es cuando empieza el verdadero reto. Y es que Flat Heroes no es título fácil. De hecho, podríamos meterlo en el mismo saco que a los ya mencionados Celeste y Super Meat Boy, ya que el planteamiento de su dificultad es muy similar: niveles cortos pero que te llevarán un buen rato, ya que no pararás de perder.

Sin embargo, Flat Heroes cuenta con un mayor abanico de escenarios que Celeste y Super Meat Boy. La gran variedad de mecánicas hace que en un nivel estemos jugando a “el suelo es lava” y que al siguiente prácticamente nos estemos enfrentando a un puzle con una cuenta atrás. Pese a esto el título si que cuenta con un mayor porcentaje de aleatoriedad que estos otros títulos, ya que muchas de sus mecánicas están basadas en una inteligencia artificial que, pese a estar pulida hasta la extenuación, hará que alguna vez completemos niveles sin saber muy bien que es lo que hemos hecho exactamente.

La guinda del pastel la ponen los jefes finales. En el último nivel de cada uno de los 10 mundos se nos presentará una batalla contra un jefe final que hará de examen y probará nuestra habilidad para valorar si somos o no aptos para pasar al siguiente mundo. Si bien es cierto que no necesariamente supone una batalla que nos haga poner en práctica todas las mecánicas que hemos ido aprendiendo en ese mundo, sí que suele ser un nivel especialmente bien diseñado y cada jefe cuenta con la originalidad necesaria para asombrar y hacer que el jugador no se espere lo que va a pasar.

Aunque seguramente la mayor baza de Flat Heroes no es ni su jugabilidad, ni su diseño, ni sus jefes. Lo que más llama la atención de este título es que tiene un modo multijugador. Es atípico que un título de estas características, un plataformas tan basado en la precisión, cuente con una opción para hacer que juegue más de una persona y es quizás por eso por lo que llama tanto la atención. Si Flat Heroes tenía un pelín de aleatoriedad cuando jugabas ciertos niveles, aquí se dispara.

El modo multijugador del título nos permite jugar con hasta tres amigos y funciona de la misma manera que si jugáramos solos, es decir, que lo que tenemos que hacer es sobrevivir hasta que todo termine. Lo único que cambia es que ahora tienes que compartir ese espacio tan reducido en el que se desarrolla la acción con otra (u otras) personas. Cuando sois dos jugadores todavía hay cabida para cierta estrategia y compenetración, pero a partir del tercero es cuando se desata el caos.

Siendo más jugadores, uno pensaría que es mucho más difícil que sobrevivan todos, pero Flat Heroes solventa este problema haciendo que el nivel se supere cuando al menos uno de los jugadores quede en pie al final del nivel. Dicho así, parece que esto va a ser un paseo. Nada más lejos de la realidad. Esos otros jugadores estorban, te empujan, te quitan el sitio y lo más seguro es que hagan que te des contra algo que te haga explotar.

He ahí la magia de Flat Heroes:  pasa de ser un título de plataformas a convertirse en un partyjuego sin que apenas te des cuenta. Y aunque la gracia del género del partyjuego esté basada en la competitividad y ver quien gana, sí que existe cierta rivalidad entre los jugadores por ver cuál de ellos es quien queda en pie cuando acaba el nivel. En más de una ocasión he empujado (y sido empujado) a mi compañero a propósito justo antes de terminar para ser yo el único jugador en pie y poder ponerme la medalla de vencedor, pese a que no era necesario. Aunque por supuesto también fomenta la cooperación en muchos momentos y ha pasado más de una vez que alguien se ha sacrificado atrayendo la mayoría de proyectiles hacia sí mismo para que los demás pudieran completar el nivel con mayor facilidad. Y la victoria siempre sabe mejor cuando, tras muchos intentos, la cooperación nos ha hecho superar ese nivel tan difícil.

Es aquí donde verdaderamente nace la naturaleza de Flat Heroes. Como ya he comentado al principio del análisis, este título es una reivindicación. La jugabilidad, la sensación de juego, el modo multijugador. Todo está hecho con un único propósito: la diversión. Y, así, se cierra el circulo. O más bien el cuadrado.