El RNG (Random Number Generator) es un elemento cada vez más presente en los juegos online a día de hoy. Puede ser desde las cartas que hacen entre 3 y 6 puntos de daño, la probabilidad de que se te active una habilidad especial al recibir daño, que nos salga nuestra waifu o husbando de turno en un juego de móvil (algo de lo que hablaré en otro momento) o, simplemente, que nos toque la apariencia legendaria de turno en Overwatch. Y eso es un poco de lo que vengo a hablar hoy: del RNG y de su excesivo uso. Me gustaría enfocarme únicamente en las cajas de botín de dos juegos de Blizzard: Overwatch y Heroes of the Storm.
Overwatch es, posiblemente, uno de los juegos más prolíficos y populares en la historia reciente de los videojuegos. Es sorprendente como una empresa como Blizzard, que tenía experiencia nula con juegos de tiros, ha logrado crear una experiencia tan interesante. Una de las cosas que más dinero mueve del juego (aparte del propio precio del título) son las cajas de botín. Estas cajas son unos cofres que, al abrirlos, contienen cuatro recompensas aleatorias. Normalmente suelen ser graffitis o avatares, aunque en ocasiones nos tocan apariencias legendarias o épicas de personajes (conocidas popularmente por su nombre en inglés, skins). No obstante, el juego tiene 25 personajes ahora mismo, cada uno de ellos con un mínimo de cuatro apariencias legendarias. Si calculamos la probabilidad de que nos toque la apariencia exacta que queremos tendríamos un cero coma poco por ciento por cada caja (en números: 0’poco %).
Y realmente no es un sistema demasiado malo si nos centramos únicamente en las apariencias legendarias normales, ya que entre dinero que sale en los cofres y las recompensas por apariencias repetidas podemos sacarnos nuestros dinerillos. Pero claro. Llega el aniversario y todos queremos esa apariencia de Kamen Riderpara Genji (aunque Blizzard digo que es de un sentai). O la Mei blanca y morada del Año Nuevo chino. O el McCree de Blackwatch con físicas propias en las espuelas. O ese Soldado: 76 cocinero de barbacoa de este último evento veraniego. Las apariencias legendarias normales cuestan mil créditos, que obtenemos de vez en cuando en las cajas de botín y por objetos repetidos. Las apariencias de evento cuestan tres veces meses. Para la gente de la LOGSE, la friolera de tres mil créditos. ¿Cuál es el resultado de esto? Quejas de la gente por no poder obtener lo que quieren, a veces incluso ni comprando cajas de botín con dinero real. Esto lleva, como última consecuencia, a la desesperación y hastío de la comunidad frente a las recompensas de las cajas de botín, donde las cosas que no son apariencias no «sirven para nada». Tanto es esto que Blizzard decidió tomar cartas en el asunto y prometió reducir drásticamente la probabilidad de obtener apariencias repetidas durante los eventos, algo que es de agradecer sin duda, aunque un servidor aquí sigue sin una sola apariencia legendaria del evento de verano tras casi treinta cajas de botín.
Por su parte, tenemos el cada vez más popular MOBA, Heroes of the Storm, cuya actualización a la versión 2.0 trajo infinidad de novedades, siendo la más destacada la inclusión de cofres de botín, al igual que en Overwatch. No obstante, gracias a que ahora Heroes of the Storm cuenta con tres tipos de monedas (oro, esquirlas y gemas), Blizzard pudo implementar una función bastante peculiar y, ante todo, muy agradecida por los jugadores: el reroll. Básicamente, una vez que conseguimos un cofre (que al igual que en Overwatch se consigue al subir un nivel), podemos abrirlo para ver las recompensas que recibimos. A cambio de 250 monedas de oro, podremos descartar todo el botín que hubiera en el cofre y abrir otro nuevo. De nuevo, tenemos la opción de descartar todo el contenido y abrir uno nuevo, aunque a un precio más caro. Y así hasta tres veces. Y si eso no fuera suficiente, cada cinco niveles obtendremos un cofre poco común y uno épico por cada veinticinco. Por no hablar que subir a un héroe a niveles múltiplos de diez nos dará un cofre adicional con, al menos, un objeto de dicho personaje. Un sistema bastante más generoso que Overwatch, ¿verdad?
Una vez que tienes a los personajes a un nivel superior al 8, entre partida y partida (además de alguna que otra misión diario) consigue oro suficiente para hacer una segunda tirada del cofre. ¿Que te toca todo sin apenas valor? Otra tirada y listo. A esto, hay que sumar que ahora mismo en Heroes of the Storm hay unas 700 apariencias de personaje disponibles (puede que incluso más, solo ponerme a contar hace que me bailen los números), por lo que las recompensas son más tangibles que en Overwatch, por norma general. Siempre hay alguna apariencia o alguna otra cosa que no tienes. Además, cada vez llegan más y más cambios de color de apariencias ya existentes, así como a las monturas, por lo que las probabilidades de obtener un objeto cosmético importante para un personaje son bastante mayores que en Overwatch.
Puede que con este texto no se pueda entender por completo esta sensación de satisfacción que uno tiene al abrir una caja en Heroes of the Storm, pero es, sin duda, infinitamente más gratificante que las cajas de botín de Overwatch cargadas de sueños y esperanzas rotos. Irónico, cuanto menos, que la propia gente de Blizzard sea capaz de proporcionar una experiencia tan cercana a Danganronpa: desesperación y esperanza a partes iguales. A lo mejor no tanto, pero… eso, ya sabéis a qué me refiero.