Quien más, quien menos, tiene en su haber unos ideales. Principios que cambian de persona a persona y que salvaguardamos dentro de nosotros. Muchos de ellos acaban por tener un peso simbólico en el individuo y el colectivo al que se integran, al margen de su formulación y aplicación. Si los trasladamos a un escala, veremos que tendemos a englobar ciertos fundamentos superiores: los que son aceptamos universalmente y que aspiran al bien común. Todos hemos oído hablar de ellos, aunque sea porque a menudo se reducen a ideales a los que aspirar o a las moralejas de los cuentos. Pero el ser humano es una entidad enmarañada y proclive a justificarse, y en su haber también coexistente unas metas que languidecen y pugnan abiertamente con el credo. Hablo de ambiciones. Deseos. Anhelos. Nadie escapa a ellos. La pregunta inherente del asunto es, ¿qué estás dispuesto a hacer por cumplirlos?DISTRAINT: Deluxe Edition es una de las cuantiosas resoluciones posibles. Específicamente, es la que mercantiliza el malestar y la supervivencia de unos a favor de otros.
Es evidente que DISTRAINT: Deluxe Edition es un título moralizador. El protagonista se llama Price y trabaja en un bufete de abogados gestionado por tres socios sin escrúpulos que le dan las tareas menos nobles de su oficio. Pero todo sea por entrar en el negocio, ¿no? Cualquier quehacer con tal de tener prestigio y un sueldo mayor que permita que Price salga del agujero en el que vive. Para eso, tendrá que notificar a tres clientes de MacDade, Bruton & Moore el inminente desahucio de sus hogares. Un trabajo poco complejo, ¿verdad? Con lo que no contaba Price es con que su vocecilla interior, su conciencia, se manifestaría en forma de terrores nocturnos, pesadillas y hasta alucinaciones, abanderadas por la presencia de sus difuntos progenitores. En las dos horas de duración de la aventura, narrada por un Price futuro, los soliloquios del protagonista dejan bien claro que no es un ignorante al emprender las faenas que le dan sus jefes, sino que es capaz de hacer cualquier cosa por prosperar en la vida y asentarse en una sociedad marcada por un capitalismo agresivo.
Suya es la demoledora frase “Mi vida estaba en venta y yo la vendí”. Esa locura que invade a Price, víctima y verdugo, se representa con fuerza en el peculiar apartado visual en 2D y dibujado a mano. Aunque el estilo de los personajes de DISTRAINT: Deluxe Edition resulte hasta cierto punto adorable, añaden incomodidad y desasosiego en comparación a los ambientes, escondiendo detalles macabros que fortalecen la propuesta de terror del título. Menos sutiles son los escenarios, que se degradan a la que Price avanza en la historia, simbolizando el estado anímico y mental del protagonista. Entre tanto, el relato de los días se intercala con los terrores nocturnos y las alucinaciones de Price, añadiendo otra dimensión interesante: los trastornos mentales y del sueño. Estrés. Arrepentimiento. Ansiedad. Depresión. El protagonista se hunde progresivamente a la velocidad a la que despacha su humanidad caso a caso, firma a firma. El horror real encubierto por visiones, efectos sonoros y música tensa.
Jesse Makkonen, artífice del título, alojó en el núcleo de DISTRAINT: Deluxe Edition otra singularidad que determina el tono de la obra: una crítica mordaz a la sociedad. Desahucios a víctimas de una aplicación pérfida de las leyes, hogares y bosques destruidos por el paso de autopistas, mortales residencias de ancianos… Degradación. En ese caldo de cultivo, Price recorre pasillos y habitaciones sórdidas, ubicando en loselementales rompecabezas un pretexto para exponer trapos sucios. Aunque a fin de cuentas uno de los engranajes seamos nosotros, también somos testigos silenciosos de la inquina de una sociedad abocada a depredarse a sí misma. Quién se come a quién depende de cuan alto estás en el sistema piramidal. Hasta la relación que el protagonista mantiene con los espíritus de sus padres se gesta en la opresión de los dos adultos hacia Price, su hijo. Encarnando una cruzada a favor de la conciencia de su retoño, las marcas del trauma de Price son patentes en los diálogos de su aparición. Por ejemplo, remarcando a menudo el peso de lo que esperan de Price y que él obviamente no ha llegado a ser.
Corto, intenso y prístino en sus intenciones, DISTRAINT es la alegoría de la sociedad moderna, capitalista y degenerada en la que sobrevivimos. Más claro, imposible.