Epic Games

Sale a la luz el crunch en Epic Games

Destapadas las duras condiciones laborales de los empleados de Epic Games

Fornite es, posiblemente, el juego más famoso del mundo actualmente. Su desarrolladora, Epic Games, está en boca de todos, ya sea por el fenómeno Battle Royale o por las exclusividades de su reciente tienda digital. La industria del videojuego triple A se ha visto azotada en los últimos meses por numerosas declaraciones de empleados que llevan mucho tiempo trabajando en estudios de renombre como Rockstar o Bioware, pero con una clara falta de derechos laborales.

Recientemente, nuestro vocabulario gamer ha adquirido un nuevo concepto: el crunchEste término se podría definir como el sometimiento a trabajo extremo para lograr terminar un producto, cuya fecha de salida al mercado está muy próxima. Hoy, por desgracia, se completa esta explicación añadiendo que también puede tratarse de explotación laboral sistemática para mantener un videojuego como servicio actualizado día a día a coste, como imaginaréis, de la salud y el tiempo de ocio de los empleados implicados.

Fornite

El nuevo brazo ejecutor de esta aborrecible práctica es Epic Games. Polygon ha publicado un artículo donde recoge numerosas declaraciones de trabajadores que mantienen Fornite a flote cada día donde se describe un ambiente de trabajo hostil, incómodo y estresante. En una decena de entrevistas realizadas en los últimos meses, varios empleados afirman trabajar 70 horas semanales, algunos incluso llegando a las 100 horas. Esto, como debería ser evidente para todos, ha provocado muchos problemas de salud en numerosos trabajadores implicados en dicho proyecto.

Cada vez se hace más tangible la necesidad de crear sindicatos donde los desarrolladores de videojuegos se unan para luchar y proteger sus derechos y libertades. Ya ha salido alguna iniciativa como la de Game Workers Unite, pero este tema debe cobrar la importancia que merece, así como volverse oficial y obligatorio en cualquier empresa de la industria.

Crunch Epic Games

Epic publicó Fornite Battle Royale en septiembre de 2017, como bien recordamos, se volvió inmediatamente en un fenómeno mundial llevando a dicha empresa a crecer exponecialmente y a generar millones de dólares cada día. Desde entonces, fue actualizado con nuevos contenidos como modos, aspectos, armas y personajes. Todo ello provocó una acumulación constante de fechas de entrega para los nuevos añadidos, desembocando en una sobrecarga continua de trabajo para los desarrolladores.

Trabajo una media de 70 horas semanales. Probablemente haya al menos entre 50 y 100 personas más trabajando la misma cantidad de horas. Conozco gente que llega a las 100 horas por semana. La compañía nos ofrece periodos ilimitados de descanso, pero es imposible tomarse un tiempo. Si lo hago, toda esa carga de trabajo recaerá sobre otra persona, y nadie quiere ser ese tío.

El mayor problema es que estamos parcheando el juego todo el tiempo. Los ejecutivos están centrados en mantener la popularidad de Fornite el mayor tiempo posible, especialmente con toda la nueva competencia que surge.

Cabe destacar que los empleados eligieron mantener estas declaraciones anónimas debido a las políticas de Epic en cuanto a desvelar información sobre la empresa y, por supuesto, por miedo al despido. También añadir que, aunque estas horas están supuestamente pagadas, sigue sin ser una práctica justa.

Crunch Epic Games

Por otro lado, múltiples declaraciones dicen que los altos cargos hacen oídos sordos del problema, lo evitan, tratan a los trabajadores como “bodies” (cuerpos, palabra textual de un ejecutivo) e incluso les mandan callarse si notifican algún problema. Existe una cultura del miedo constante, ya que si no realizas horas extras no renovarán tu contrato y serás despedido. Internos aseguran que se aprovechan de muchos jóvenes que entran a trabajar con ilusión a la industria y se comen horas ingentes de trabajo semanal con la esperanza de conseguir un ascenso.

El crunch estaba por todas partes. Incluso en la gestión de instalaciones y oficinas. Los únicos que escapaban al crunch era básicamente la gente que instaba a otras personas a hacer crunch.”

Otra fuente decía:

Recuerdo haber estado en una reunión de equipo donde al final hubo una sesión de preguntas y respuestas, y fue un absoluto silencio. Luego, un evaluador se acercó y le preguntó cómo iba a lidiar la empresa con la crisis: ‘¿Cuándo va a disminuir la velocidad?‘ El estado de ánimo de la habitación cambió. Y el gerente dijo que estaban tratando de resolverlo. Fue una respuesta que no fue una respuesta. Poco después de eso, el evaluador que hizo la pregunta abandonó la empresa.

En los últimos meses se ha ampliado la plantilla en las oficinas de Epic, no obstante, está lejos de ser la solución a este problema. Los trabajadores siguen explotados, asustados y, sobre todo, cansados. Este es un mensaje para toda la comunidad de jugadores: debemos ser conscientes de que lo que consumimos está hecho por personas con vidas más allá de su trabajo, como todos nosotros. Pero más importante es mandar un fuerte mensaje a las empresas de la industria: los desarrolladores son personas que merecen unas condiciones de trabajo dignas y justas, no son meros números y, muchísimo menos, meros “cuerpos” fácilmente reemplazables.

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