Castle Torgeath

Castle Torgeath: Descent Into Darkness, mazmorras a la antigua usanza

Han habido muchísimo sagas durante la larga historia de los videojuegos que han sido tomadas como referentes para creaciones posteriores. Final Fantasy en los RPGs, Megaman en los plataformeros de acción… Y si hablamos de juegos en primera persona, sin duda alguna podemos decir Doom. Si hablamos de este último en concreto es por el juego que nos ocupa, porque muchas de las funciones, aspectos y especialmente la ambientación bebe de Doom en demasía. Nos referimos al dungeon crawler en primera persona Castle Torgeath: Descent into Darkness, donde cambiaremos el rifle por la espada y la magia para explorar un castillo lleno de misterios y peligros. Creado de la mano de Dungeroneering Studios, y distribuido en Steam por Black Shell Studio.

JUGABILIDAD

Castle Torgeath nos presenta la historia de un castillo rodeado de misterios, peligros y descuidado en el abandono. Nuestro protagonista ha recibido una carta de un viejo compañero y maestro pidiendo que se dirija a ese castillo para averiguar qué ha pasado con una expedición que se ha adentrado en este. Pero pronto descubriremos que esta fortaleza oculta demasiados secretos, demasiadas personas sin ser personas y demasiadas trampas que pueden ser mortales.

Una vez entremos en el castillo, no habrá marcha atrás. Tendremos que explorar cada rincón de las alas de este para poder averiguar qué misterios ocultan sus paredes. Para ello tendremos dos armas a nuestra disposición: una espada para defendernos a sablazos y una bola de fuego que podremos lanzar mediante la magia. Y nos harán mucha falta, porque hay muchas criaturas que nos intentarán arrancar los ojos (desde ratones hiperdesarrollados hasta esqueletos armados hasta los huesos). Para más peligro, una niebla misteriosa inunda la mayor parte del castillo. Aunque hayamos derrotado a un monstruo bien muerto, puede volver en forma mucho más peligrosa y feroz, poniendo las cosas mucho más difíciles.

Pero los monstruos no serán nuestra única preocupación. Aparte de mantener la salud y el mana todo lo altos posible, tendremos que tratar con un inconveniente muy humano: el hambre. Tendremos que mantener a nuestro protagonista bien alimentado con toda comida que encontremos. Pero hay que tener ojo, porque comer alimentos en mal estado puede bajarnos los nivel de salud. No alimentarnos también puede ser algo malo, ya que culminará en una reducción de resistencia para correr o hacernos ver visiones de locura.

Por desgracia, aunque el ambiente y los momentos de sustos propician al suspense durante la partida, no es precisamente el mayor atractivo del juego. No consiguen la inmersión en una ambientación que podría haber dado más de sí. El recorrido es lineal, aunque haya varios caminos que podemos seguir, lo que no da opción de rejugabilidad, el camino es siempre el mismo. Y, aunque encontramos gente por el camino que nos da opción de intercambios o compras, no hay ni interfaz ni variedad de comercio, la elección es siempre fija.

GRÁFICOS Y SONIDO

Lo que no puede lograr Castle Torgeath con la jugabilidad y la historia, sí lo logra parcialmente con la música y las opciones gráficas. No son extraordinarias, pero sí lo suficientemente buenas para mostrar (o no, según se mire) el entorno del castillo. La música y el juego de luces hacen su parte bastante bien, y se intensifican ante la presencia de enemigos.

El juego está pensado para equipos de gama media/baja, así que sus animaciones y diseños son acordes para tal. Aún así, las criaturas y los otros humanos están bastante bien definidos, así como nuestro personaje (aunque, por desgracia, solo le vemos los brazos, los cuales se pueden personalizar al principio de la aventura).

CONCLUSIÓN

Los chicos de Dungeroneening Studios seguramente tenían una idea fresca y apabullante en su cabeza, que han intentado hacer juego. Por desgracia, lo que les ha salido es un título insulso, escueto en opciones, más aún en combate, y cuya única baza, la ambientación, se ha cogido con pelos y sin mucho brillo. Esperamos que sus próximos trabajos puedan ser algo mucho más elaborado, porque la jugabilidad ya la han cogido por el buen camino.

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