Desde 2013, la Asociación Cultural Retrobarcelona organiza el evento Retrobarcelona, una feria sin ánimo de lucro dedicada a la tecnología y al videojuego clásico. Fue la necesidad de apoyarse en un organismo que regulase el encuentro, desde su comienzo dentro de la Barcelona Developers Conference, de la cual nació la entidad que hace poco vio premiada su última edición como Mejor Evento Retro 2019 por DeVuego. No es para menos, ya que su implicación es bien conocida en la capital condal, compartiendo espacio una vez al año con una de las citas estrella del sector, NiceOne Barcelona, anteriormente Barcelona Games World. Pero aún más destacada es su labor construyendo una comunidad familiar, y cuidando y exponiendo el legado del videojuego en diversos eventos de la ciudad. Para conocer mejor el trabajo que lleva a cabo la Asociación Cultural RetroBarcelona y los pormenores del pasado del videojuego, me puse en contacto con Carles Garcia, presidente de la entidad.
Saludos, Carles. Gracias por ofrecerte a atender la entrevista y explicarnos más sobre la labor de RetroBarcelona. Antes de meternos en temas específicos, ¿cómo empezó la Asociación Cultural Retro Barcelona? ¿Qué buscabais cuando la fundasteis? La asociación se fundó para regular y organizar nuestra feria anual. Las dos primeras ediciones tuvieron muy buena acogida y el evento creció mucho, por lo que vimos necesario gestionar y repartir mejor las tareas que conlleva un proyecto de esta envergadura. Otro de los motivos del movimiento de la Asociación fue también para preservar y divulgar toda esta tecnología clásica (desde ordenadores, consolas y demás hardwarevintage), organizando más actividades como reuniones periódicas, charlas o quedadas entre los socios.
Es una de las palabras que escuchamos a menudo, pero cuando hablamos de “retro”, ¿a qué nos referimos exactamente? ¿Podríamos decir que lo retro “está de moda”? Toda esta tecnología clásica que comentaba es lo que nosotros denominamos retro. Aquellos sistemas que dejaron de fabricarse hace tiempo, con los que crecimos y de los que guardamos muy buenos recuerdos, son la esencia de este movimiento. Gente que se organiza para preservar toda esta tecnología y que sigue creando juegos hoy en día para mantener vivos estos sistemas. Es lo que denominamos la escena retro. Si me preguntas dónde está el límite del retro, es decir, qué se considera retro y qué no, la respuesta no es tan sencilla, ya que esta línea puede variar dependiendo de a quién preguntes. Lo habitual es ubicar esta línea en Nintendo 64 o Dreamcast, pero hay quienes no están de acuerdo con esta afirmación y prefieren poner esta línea en los 16 bits. No hay un límite establecido que decida lo que es retro, cada uno/a lo vive y disfruta a su manera, y creo que esto es lo bonito. Sí que es cierto que en los últimos tiempos parece que el sector del videojuego retro goza de buena salud y está en boca de todos. La nostalgia es muy poderosa y ha despertado al niño que llevamos dentro, gente mayor de 25 años que quiere recuperar aquella máquina y juegos con los que creció. Para gente como nosotros, que no hemos abandonado estas máquinas y llevamos viviendo y disfrutando de esta escena todos estos años, no es ninguna moda pasajera sino nuestro modus vivendi. Resulta curioso que ahora las compañías hayan decidido recuperar sus licencias y sistemas que abandonaron en post de sus nuevas máquinas. Justo ahora que lo retro vuelve a vender.
¿Cuál es vuestra experiencia organizando el evento RetroBarcelona? ¿El balance es positivo o negativo? Es importante remarcar que RetroBarcelona es un proyecto liderado por aficionados y pensado para aficionados como nosotros. Siempre se ha hecho desde el cariño y el respeto que tenemos hacia toda esta tecnología que tanto amamos. No somos profesionales ni nos dedicamos a esto, y tenemos que sacrificar nuestro tiempo libre, hobbies, obligaciones, familia, incluso dinero, para dedicarlo a la preparación de la feria. Sacrificios que todos hacemos para este gran proyecto y que, viendo el feedbackpositivo de nuestro público, merece la pena. No obstante, el proyecto ha crecido mucho y ya no lo percibimos como un hobby sino como una obligación, y sinceramente, ya no resulta tan divertido. En parte por el listón que nos autoimponemos en cada edición para tratar de hacerlo mejor y no defraudar a nuestro público.
Parece que crecéis de forma exponencial año tras año, evento tras evento, formando una comunidad “familiar y cercana”, como vosotros decís. ¿Os ha sorprendido la respuesta del público? Más que sorpresa, nos alegra haber conectado tanto con el público. Como aficionados que somos, intentamos plasmar, con las distintas actividades que organizamos, lo que nos gustaría encontrar en una feria retro. Viendo la respuesta del público, parece que eso es también lo que busca la gente. Esto nos motiva a seguir en esa línea, porque el principal objetivo es hacer una fiesta en la que podamos estar a gusto compartiendo esta fantástica afición con otros apasionados como nosotros. No hay que olvidar que RetroBarcelona no es solo la Asociación, sino un conjunto de asociaciones y grupos de usuario que, con su esfuerzo y dedicación, organizan reuniones y espacios para homenajear y preservar sus respectivos sistemas. Gente como la AAMSX, Tentáculo Púrpura, Commodore Mania, A.R.C.A.D.E, Retromaniacs, Arcade Invaders, Amicon, Retroscroll, King of Games, Arcade Planet, Undergamers o NavArcade, por citar algunos ejemplos. Entre todos hemos creado una comunidad que nos gusta llamar “familia” porque es gente con la que encajamos y conectamos perfectamente. Y es que no hay nada mejor que los videojuegos para hermanar a las personas.
¿Qué tipo de visitantes acude a RetroBarcelona? ¿Podemos hablar de un relevo generacional en el amor por los videojuegos antiguos? Hasta hace poco, el visitante habitual que acudía a RetroBarcelona era mayoritariamente varón de entre 30 y 50 años. Desde que nos hemos juntado con Barcelona Games World (NiceOne), el abanico se ha abierto enérgicamente, acogiendo a un público mucho más joven procedente de la vertiente más actual del videojuego, así como a una mayor presencia femenina. Estas nuevas generaciones se interesan mucho por toda esta tecnología más clásica y descubren que los videojuegos retro no son tan distintos de los actuales desde el punto de vista jugable. Por no mencionar los jóvenes que vienen acompañados por sus padres y estos comparten y traspasan sus sensaciones y lo que han significado para ellos. Asimismo, tenemos que pensar que los videojuegos actuales serán retro dentro de unos años, por lo que tampoco entiendo esta animadversión que tiene el jugador más veterano hacia todo lo actual. Creo que deberíamos hacer un esfuerzo por congeniar lo retro y lo nuevo para garantizar este relevo generacional.
El público que acude a un evento RetroBarcelona es testigo del impresionante material que se expone. ¿Todo es de la Asociación Cultural Retro Barcelona o también trabajáis con una parte que se os cede? ¿De qué manera escogéis el material que se expondrá en cada cita? El museo itinerante que exponemos cada año procede de la colección particular de algunos socios y miembros del staff (principalmente de la mía). Lo llamamos itinerante porque cada año variamos los artículos a exponer en función de la temática de cada edición y, de paso, ofrecer variedad al visitante para que no se encuentre cada año el mismo museo. Por ejemplo, hace dos años celebramos el 30 aniversario de Megadrive con una buena parte de las vitrinas con artículos de la 16 bits de SEGA a modo de homenaje; en la pasada edición conmemoramos el 30 aniversario de Game Boy y el 50 de Konami, por lo que buena parte del museo estaba centrado en la portátil de Nintendo, Gunpei Yokoi (su inventor) y a Konami y sus joyas que han dejado para la posteridad.
Ligada con la pregunta anterior, ¿cómo es el proceso de transporte del material en cada evento? ¿Habéis tenido algún problema en ese aspecto? Me gusta que me hagas esta pregunta, ya que poca gente valora el esfuerzo y tiempo que supone seleccionar, envolver y empaquetar todos estos artículos para su transporte, por no mencionar toda la documentación en fichas que preparamos para la exposición. Un trabajo laborioso pero necesario para aportar esa esencia más divulgativa del proyecto. El transporte lo hago personalmente en mi vehículo para garantizar la mayor seguridad de todo el material. Una vez en el recinto, dos miembros del staff se encargan de preparar la exposición en las vitrinas y otros socios velan por que no hayan hurtos durante la celebración del evento. Por ahora no hemos tenido ningún problema con este “protocolo”, y esperemos continuar en esta línea.
¿Qué opináis sobre el estado de la preservación del medio, su legado e historia? ¿Se os ocurren algunas medidas para remediarlo y/o fomentarlo? En los últimos años ha crecido una conciencia entre las asociaciones de videojuegos clásicos para preservar toda esta tecnología y conservar su legado para próximas generaciones. Gracias a la extraordinaria labor de asociaciones como Arcade Vintage, A.R.C.A.D.E, ARPA, Arcade Planet, Undergamers o Arcade Invaders, entre otras, que se dejan el alma y el dinero a la hora de buscar los muebles y placas originales para restaurarlos (no olvidemos que en su día obligaron a los operadores a destruir estas joyas), el medio del videojuego clásico goza de buena salud. Además, distintos grupos de usuario siguen programando juegos para sistemas clásicos como MSX, Amstrad, Commodore, Megadrive, etc. Por no mencionar la inspiración de numerosos estudios para nuevas producciones (Blasphemous, Blazing Chrome, Sonic Mania, Bloodstained o Cuphead, por citar algunos ejemplos) que tienen muy presente esa jugabilidad y estética más clásica. Por último, tampoco hay que olvidarse de la labor que se realiza desde las universidades o escuelas para la divulgación del medio, con gente como Rafa Laguna, Gina Tost o Samuel Molina, por ejemplo, que hacen una labor sensacional para inculcar a los jóvenes los orígenes de la industria. Y es que para saber hacia dónde vamos es importante saber de dónde venimos.
Hablando de otro tema controvertido, la explosión del coleccionismo en los videojuegos ha provocado serios problemas a la hora de hacerse con consolas, periféricos o títulos antiguos. ¿Cómo lo vivís? ¿Existe alguna manera de acabar con la especulación que se genera alrededor de este material? Como comentaba anteriormente, la nostalgia nos lleva a recuperar aquellos artículos con los que crecimos y, bien porque los vendimos o porque nuestras madres los tiraron, ahora que tenemos cierto poder adquisitivo los queremos recuperar. Tratándose de videojuegos retro, que son artículos que llevan descatalogados muchos años, algunos sin una fabricación muy alta, y otros que directamente no salieron de Japón, son productos que empiezan a escasear. La alta demanda que hay provoca que estos productos vayan incrementando su precio -acentuado cuando se trata de un producto en buen estado de conservación- y nos ha llevado a esta especulación del mercado retro. Este movimiento ha llegado hasta el particular que ha visto cómo puede obtener mucho dinero por esos artículos que tenía muertos de risa en el desván a punto de regalarlos. Gente que especula sin escrúpulos y perjudica al mercado del coleccionismo. Sinceramente, creo que es algo difícil de parar, ya que mientras haya gente dispuesta a pagar las barbaridades que piden para algunos de estos artículos, siempre saldrán vendedores dispuestos a ganar dinero con ello. Además, estos artículos irán escaseando cada vez más, bien por su deterioro o porque dejen de funcionar, lo que provocará un aumento del precio debido a la alta demanda que tienen.
De ahora en adelante, ¿cuáles son vuestros planes en lo que respecta a la Asociación Cultural Retro Barcelona y el evento RetroBarcelona? Nuestra intención es seguir creando este punto de reunión entre todos los aficionados para juntarnos, jugar, compartir vivencias y disfrutar de esta maravillosa afición. Al menos mientras nuestras familias, obligaciones y trabajos nos lo permitan, pues como ya he comentado antes, este proyecto lo hacemos como afición y sin obtener ningún tipo de compensación económica. Somos una asociación sin ánimo de lucro con la única finalidad de divulgar esta cultura y preservar la historia y el legado del videojuego clásico. Mientras haya ganas de continuar con el proyecto y gente dispuesta a seguirnos en esta andadura, seguirá existiendo RetroBarcelona.
Muchísimas gracias por vuestro trabajo y tiempo. Muchas gracias a vosotros por ofrecernos este altavoz para que mucha más gente conozca nuestra humilde labor.