ARMS, estira estira el brazo, ¡puñetazo!

La industria del entretenimiento electrónico no puede pararse quieta. Las viejas maquinas se guardan en los armarios y pueblan las tiendas de segunda mano. La gente pide la vuelta de viejas franquicias, pero entre todo este batiburrillo de gente espera la nueva venida del Capitán Falcon, o la cuarta aparición de Golden Sun, nuevas franquicias emergen de la nada. Switch ya esta aquí.

Las cifras hablan por sí solas: Nadie se compró una Wii U. Pero la salida de Splatoon puso a la consola del tabletomando en boca de todos, y de repente los inklings –los personajes que controlamos en el juego– estaban en el imaginario colectivo. Como consumidores, sentíamos que Wii U nos había merecido la pena.

Splatoon fue una gran sorpresa. Antes de este, se notaba a una Nintendo poco imaginativa, que tiraba por lo cómodo y lo fácil, y vino para demostrar que en la compañía del fontanero aún saben ser originales y traer propuestas originales. Nintendo es una compañía que necesita renovarse con nuevas marcas, no podemos vivir siempre arraigados al pasado. Y ahora, es el turno de ARMS.

ARMS es el nuevo juego de la novata consola. Aún así, considero que es un juego que camina por una estrategia similar a la que planteó Splatoon en Wii U: Una nueva franquicia con aire desenfadado, que explora un género —en este caso, los juegos de lucha— con una perspectiva diferente. Presentado con pruebas online durante X días, a X horas concretas, con una serie de actualizaciones de contenido constantes desde el día uno y con vistas a que se forme una comunidad competitiva. Y es normal que se haga un movimiento así, la última vez funcionó genial, y con ideas tan rompedoras es normal que quieran caminar sobre seguro, la gente necesita probar antes de invertir. Pero apartemos un rato al juego de los calamares, que nos vamos por las ramas. Hablemos de lo que presenta el propio juego de per se.

¿Y cómo presenta sus combates? Pues poniéndole muelles a los puños. Los luchadores, un día, se despertaron con una extraña particularidad: ¡Sus brazos se extendían! Así que, como si fuéramos Luffy de One Piece, deberemos extender nuestros puños para acabar con nuestros rivales.

A la hora de lanzar el puño, no solo podremos lanzarlo y golpear. También podemos dirigirlo, de modo que estos vayan con efecto. Así podremos pillar desprevenidos con nuestro gancho derecho a los enemigos cuando salten para evitar el gancho izquierdo que les mandemos. Dispondremos de diferentes puños, que varían la experiencia de juego, y será cosa nuestra elegir al luchador y las armas que mas se adecuen a nuestro estilo.

Mi experiencia probando este juego, sin duda es… confusa. Durante mis partidas, Mechanica —la chica del mecha, la que es una batidora de Tron Bonne de Megaman Legends y D.va del Overwatch— y yo hemos pateado —o mas bien, golpeado— culos por todo el globo. Y vamos a ver, me he divertido. Pero tengo varios problemas con el juego.

En los títulos de lucha soy un jugador muy técnico. Me encantan los personajes como Jin Kisaragi de BlazBlue, con los que debes de medir cada milímetro para saber combinar tus ataques. Por ende, mis preferencias en videojuegos de pelea son los que me ofrece Arc System Works.

Pero no nos confundamos, no pido que ARMS sea una obra del susodicho estudio. Empezando, porque no debe serlo. Su principal faceta es lo desenfadado. Desenfadado y títulos comoBlazblue o Guilty Gear son antónimos. Pero quiero comentar esto porque, tal vez, si eres un jugador como yo, lo que te ofrece este juego no case mucho contigo.

Lo que ARMS promete, y nos trae, son leches sin mucha complicación. Creo que es un título bastante apropiado para aquellos que buscan jugar de forma casual junto a sus amigos, para echar unas risas. Eso es lo que busca , y considero que lo que quiere hacer, lo hace bien.

Aún así, hay algo que no me ha terminado de convencer: Los combates en grupos. Del tono desenfadado, en los combates por equipos saltamos a enfrentamientos caóticos. Y me da pena, porque en otros juegos como Smash Bros sí que se ha conseguido esto.

En el otro lado de la moneda, tenemos el Gran Premio, un modo arcade de toda la vida donde tendremos en el que deberemos enfrentarnos a diez rivales para acabar siendo los campeones del torneo. Y también disponemos de minijuegosARMS cuenta con voleibolbaloncesto y tiro al blanco, y deberemos competir contra otros jugadores con nuevas reglas. Nintendo es experta en darle la vuelta a la tortilla a ideas preconcebidas del videojuego, y llevarnos de la mano por sendas desconocidas, a la par que familiares. Por si todo esto fuera poco, el juego incluye un modo horda, en el que deberemos enfrentarnos a cien enemigos y practicar para mejorar su puntuación.

Pero digo lo mismo que dije en su momento con Splatoon, ya que comparten pegas: Por mucho que vaya a ir recibiendo actualizaciones de contenido a lo largo del tiempo, de forma bastante periódica, me fastidia que de base veamos tan poco. No creo que ese sea un juego que necesite un plantel de 50 personajes, pero diez se me hace demasiado escaso.

Splatoon lo consiguió. Tuvo pegada a su comunidad durante bastante tiempo, y gracias a ello Splatoon 2 será el nuevo gran lanzamiento para Switch. La pregunta es si ARMS también tiene potencia suficiente como para ello. Yo personalmente, creo que solo el tiempo lo dirá.

Resumiendo. ARMS no es mi tipo de juego, pero podría ser el tuyo. Ante la falta de un Smash Bros, es el titulo de pelea mas interesante de la consola —lo siento, Street Fighter II: The Final Challengers—, y con el, de momento, escueto catalogo de la consola, sumado a que hasta 2018 el online de Switch será gratis, tal vez sea el momento para partir caras a lo largo del globo. La decisión es tuya.