A pesar de no ser una de las franquicias más populares de Nintendo, sin duda la saga Animal Crossing es una de las mejor valoradas, siendo sus títulos principales muy bien recibidos por los fans, creando una comunidad fiel desde su lanzamiento internacional original en GameCube. Aportando una estética mona, un ritmo relajado y una libertad de personalizar nuestra casa con una cantidad gigantesca de items de todo tipo, Animal Crossing es una saga que permite desconectar del día a día y aventurarse en en mundo afable y alegre. Ahora, con Animal Crossing: Pocket Camp, Nintendo intenta adaptarla a smartphones y el mercado free-to-play.
Esta es la parte más crucial a la hora de disfrutar de Animal Crossing: Pocket Camp. Entender que, a pesar de contar con el nombre y muchos atributos del original, no se trata de la misma experiencia, aunque no sea un título de menos valor por ello. Como deja sospechar el nombre del juego, esta vez nos haremos cargo de un pequeño camping, al que acudirán variedad de animales parlantes.
Nuestro deber será cumplir sus pedidos, recolectando peces, frutas y el material necesario para construir los muebles que cada uno desee para conseguir que se queden nuestro campamento, subiendo de nivel nuestro personaje y teniendo acceso a más muebles con los decorar nuestro pequeño retiro.
Pero mientras otras ediciones de Animal Crossing como Wild World ó New Leaf crean un ambiente simple para que el jugador vaya sobre la marcha interiorizando el pueblo y sus habitantes, dándole el tiempo que necesita para disfrutar de su personalidad, en Pocket Camp vemos que el juego incita más el conseguir que el jugador cumpla encargos y consiga nuevos visitantes en vez de disfrutar de la experiencia en si, con un extraño sentido de urgencia.
En Animal Crossing: Pocket Camp encontramos una cantidad enorme de tiempos de espera y fechas límite para cumplir nuestros objetivos, simulando el ritmo natural, sin embargo, podremos acelerar todos estos tiempos mediante microtransacciones. Y es destacable que estos pagos no sean para nada intrusivos, no poniendo trabas al jugador que quiera tomarse su tiempo sin pagar. Pero forman parte de una mecánica que incita todo lo contrario.
Más que dejar que el jugador disfrute del tono vacacional, Pocket Camp fuerza al jugador a cumplir las tareas de recolectar los diferentes items y entregarlos en cuanto pueda, construir los muebles que pueda en ese momento y esperar a la siguiente ronda sin ningún tipo de entretenimiento entre medias. Los campings y las diferentes zonas no son disfrutadas como deberían en un título de Animal Crossing, sino simplemente parecen excusas paraseparar las diferentes zonas de recolección y los diferentes animales.
El tono relajado de Animal Crossing no consigue ser transferido por completo a su versión para smartphones. Sin embargo Pocket Camp sí que consigue poner muchos avances sobre la mesa, sobre todo en crear facilidades en cuanto a diseño, para que el jugador no tenga problemas para organizar sus tareas. La implementación de las comodidades introducidas en Happy Home Designer convierte el juego en una experiencia muy cómoda, con sus propios trazos de personalidad aquí y allá.
En algunas ocasiones al cumplir recados podremos disfrutar de ciertos momentos de diversión con los visitantes, concentrados en pequeñas escenas de actividades típicas e inauguraciones de nuevas instalaciones en el campamento. Pocket Camp plantea una fórmula ligeramente distinta y reducida a la de un Animal Crossing clásico, y esto es algo comprensible tratándose de la plataforma en la que se encuentra.
A pesar de no hacer que el jugador se sienta a gusto como en otros títulos de Animal Crossing, esta entrega consigue ser entretenida y divertida en parte gracias a compartir la misma dirección artística que ha hecho famosa a la saga. Poder mejorar el camping y tu autocaravana, como tu personaje, permite crear y compartir creaciones bastante únicas con la casi interminable lista de muebles y prendas de ropa.
Y este es quizás el atractivo principal de Pocket Camp: poder aplicar un feng-shui propio sobre la marcha, y poder mostrarlo a otros jugadores. Sin embargo la atmósfera de relax inherente a Animal Crossing quizás quede difuminada en un juego de decoración fantástico, que funciona muy bien como acompañamiento a otro título principal como New Leaf en la 3DS, pero que como experiencia independiente no consigue reproducir el ambiente y el tono tan relajado y carismático que ha hecho famosa la saga.